EL CAIRO, Egipto
AP y dpa

Un avión ruso de pasajeros con más de 224 personas a bordo se estrelló hoy sobre la inestable península del Sinaí, donde la embajada rusa en Egipto confirmó que no hay supervivientes, al tiempo que el gobierno decretó una jornada de luto para mañana domingo.

El primer ministro ruso, Dmitri Medvedev, habló de una «pérdida irreparable» en el accidente, en el que habrían muerto 24 niños, según las autoridades. La mayoría de las víctimas son rusas, aunque según los datos, algunos pasajeros podrían proceder también de Ucrania o Bielorrusia.

Los psicólogos están atendiendo a los familiares de las víctimas en el aeropuerto de San Petersburgo, donde iba a aterrizar el Airbus 321 procedente del balneario de Sharme el Sheij.

Según las autoridades, los familiares podrían viajar al lugar del accidente para despedirse de sus seres queridos. Gran parte de la zona está, sin embargo, cerrada debido a la amenaza terrorista.

La aerolínea rusa Kolavia, a la que pertenece el avión accidentado, descartó un error humano como motivo del accidente. Con 12.000 horas de vuelo el piloto era muy experimentado y el avión disponía de todos los certificados necesarios, dijo un portavoz. El Airbus de más de 18 años de antigüedad tuvo varios dueños desde 1997, entre otros de países como Líbano.

Equipos de búsqueda y rescate encontraron los restos del avión en la zona de Hasana, indicó el Ministerio en un comunicado. El área se encuentra al sur de la inestable ciudad de el-Arish, donde fuerzas de seguridad egipcias combaten una insurgencia liderada por una milicia local afiliada al grupo extremista Estado Islámico.

El vuelo, que se cree era un modelo Airbus, había despegado a las 5:51 de la madrugada de Sharm el-Sheij con destino a San Petersburg, Rusia, y desapareció del radar 23 minutos después del despegue. El tiempo transcurrido entre el despegue y la pérdida de contacto implica que posiblemente, el avión alcanzó una altitud de crucero de unos 30.000 pies antes de estrellarse.

Un equipo investigador llegó al lugar para examinar los restos y localizar los dispositivos que registran los datos del vuelo, o la «caja negra», dijo el ministro egipcio de Aviación Civil, Hossam Kamal.

Por otro lado, el Comité Investigador ruso, el más alto organismo investigador del país, abrió una pesquisa sobre el siniestro, según un comunicado difundido el sábado por el portavoz del organismo Sergei Markin.

Antes el sábado, un funcionario egipcio del comité de emergencias del gobierno había dicho antes a los medios locales que el avión había perdido el contacto brevemente y ya estaba a salvo en espacio aéreo turco.

Más tarde, ese mismo funcionario, Ayman al-Muqadem, dijo que el avión se había estrellado y que el piloto había hablado por radio antes del impacto para decir que tenía problemas técnicos y que pretendía intentar un aterrizaje en el aeropuerto más cercano.

No fue posible en un primer momento confirmar de manera independiente que el siniestro se había debido a problemas técnicos.

Mahgub dijo que la aeronave había pasado con éxito las comprobaciones técnicas en el aeropuerto de Sharm el-Sheij. Un comité técnico de la empresa viajaba hacia el destino turístico para recoger las imágenes del avión tomadas por las cámaras de seguridad del aeropuerto, incluidas las de operaciones de repostaje y de entrega de la comida para pasajeros, así como de las comprobaciones de seguridad.

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