BOULDER, Colorado
AP

Fustigaron a los demócratas. Se atacaron entre sí. Pero los aspirantes a la candidatura presidencial republicana lanzaron sus dardos más venenosos contra los medios de comunicación, anoche.

Lo aspirantes manifestaron reiteradamente su frustración con la prensa en general y los moderadores de CNBC en particular que les formularon las preguntas en el tercer debate republicano.

«Las preguntas que se han hecho hasta ahora en este debate ilustran por qué el pueblo estadounidense no confía en la prensa», afirmó el senador de Texas Ted Cruz. «Esto no es una lucha dentro de una jaula. ¿Qué hay de las cuestiones sustanciales que le interesan al público?»

Otros se quejaron de que las preguntas de los moderadores fueron hostiles y basadas en premisas falsas.

«Eso no es cierto», objetó el neurocirujano retirado Ben Carson cuando un moderador caracterizó sus planes impositivos. «Cuando pongamos todos los hechos sobre la mesa podrá ver que eso no es verdad; funciona de lo más bien».

El gobernador de Nueva Jersey Chris Christie objetó la interrupción de un moderador. «¿Usted quiere que yo responda o que sea usted quien responda?», le dijo. «Porque, a decir verdad, hasta en Nueva Jersey lo que usted hace es considerado irrespetuoso».

En su alegato final, Donald Trump censuró a la cadena informativa por tratar de prolongar el debate más allá de las dos horas.

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