MANZANILLO, México
AP
El huracán Patricia se desplazaba hoy hacia el suroeste de México convertido en una monstruosa tormenta de categoría 5, la más fuerte que se haya registrado jamás en el hemisferio occidental y que según los meteorólogos podría causar una «catástrofe al tocar tierra» en las próximas horas.
El Servicio Meteorológico Nacional de México informó hoy de que el huracán Patricia ha alcanzado ráfagas de vientos de hasta 400 kilómetros por hora.
Los habitantes de un tramo de la costa del Pacífico salpicado de balnearios y aldeas pesqueras tapiaron puertas y ventanas y se abastecieron a la espera de Patricia.
La fuerza de Patricia era comparable a la del tifón Haiyan, que hace dos años dejó más de 7 mil 300 muertos o desaparecidos en Filipinas, según la Organización Mundial Meteorológica de Naciones Unidas.
En México, las autoridades declararon el estado de emergencia en decenas de localidades de los estados de Colima, Nayarit y Jalisco, incluidos el atareado puerto de Manzanillo y el lujoso destino turístico de Puerto Vallarta. El gobernador de Colima ordenó el cierre de las escuelas hoy, cuando se esperaba lo que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos describió como una llegada «potencialmente catastrófica».
El director de la Comisión Nacional de Agua de México, Roberto Ramírez, dijo que Patricia tiene fuerza suficiente para alzar automóviles, destruir viviendas que no estén construidas con cemento reforzado y arrastrar a las personas que se encuentren a la intemperie. Ramírez dijo que la gente en mayor peligro será la que se encuentre en la costa, principalmente la del estado de Jalisco.
El jueves por la noche llovía en Manzanillo mientras la gente hacía sus preparativos de último momento ante la tormenta. Las autoridades se apresuraban para intentar mantener a la población a salvo, tras la rápida evolución de Patricia desde tormenta tropical a huracán de Categoría 5.
En una tienda Walmart de Manzanillo, los clientes llenaban carros de productos no perecederos mientras la lluvia seguía constante en el exterior.
Verónica Cabrera, que acudió a comprar con su hijo pequeño, dijo que la ciudad tiende a inundarse cuando muchos arroyos pequeños se salen de sus cauces. Ella dijo que había protegido las ventanas con cinta adhesiva para evitar que se rompieran.
Alejandra Rodríguez, que compraba con su hermano y su madre, adquirió 10 litros de leche, una gran botella de agua y objetos como atún y jamón enlatado que no requerían refrigeración ni cocción. La familia ya había tapado la parte inferior de las puertas de su casa para evitar que entrara agua.
En Puerto Vallarta, restaurantes y tiendas protegían o entablaban las ventanas y los vecinos se apresuraban a acudir a las tiendas para hacer compras de último momento antes de la tormenta.
El Centro Nacional de Huracanes en Miami advirtió de que los preparativos debían acelerarse y la tormenta podría causar inundaciones en la costa, olas destructivas y crecidas repentinas.
«Este es un huracán extremadamente peligroso y potencialmente catastrófico», dijo Dennis Feltgen, meteorólogo del centro.
Patricia también podría afectar a Texas, dijo Feltgen. Las previsiones apuntan a que tras perder fuerza al tocar tierra, es probable que parte de la humedad tropical de la tormenta se combine con las intensas lluvias que ya sufría Texas al margen del huracán, informó y aumente las precipitaciones en la zona.