DAMASCO, Siria
AP

Insurgentes dispararon dos proyectiles contra la Embajada rusa en la capital de Siria, Damasco, mientras decenas de partidarios del gobierno del presidente Bashar Assad se congregaban en el exterior para dar las gracias a Moscú por su intervención militar en el país.

Un reportero de The Associated Press estaba en el exterior de la legación diplomática esta mañana cuando el primer proyectil impactó contra el complejo en el centro de Damasco. Una columna de humo salía del interior del inmueble.

Cuando la gente comenzó a huir, otra bomba sacudió en la zona. Nadie resultó herido.

Combatientes de la oposición en los suburbios de la capital habían atacado la Embajada anteriormente, pero no estuvo claro si el ataque de hoy tenía como objetivo la manifestación.

Rusia empezó su campaña aérea contra los insurgentes en Siria el pasado 30 de septiembre.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, condenó el ataque. «Esto es obviamente es un acto terrorista que, probablemente, pretende asustar a los partidarios de la guerra contra el terrorismo y no dejarlos prevalecer en la lucha con el extremismo», afirmó.

Un funcionario de la Media Luna Roja siria dijo que nadie resultó herido en el bombardeo. El representante, que habló a condición de no ser identificado porque no estaba autorizado a hablar con los medios de comunicación, dijo que el segundo proyectil cayó a unos 200 metros del complejo de la embajada.

Los rebeldes en los suburbios de la capital han atacado la sede diplomática anteriormente y no está claro si lo del martes estaba dirigido hacia la manifestación.

Los insurgentes han prometido pelear contra las fuerzas rusas después de que Moscú comenzó a lanzar ataques aéreos en Siria a finales del mes pasado. Rusia ha sido uno de los partidarios más fuertes de Assad desde que comenzó el levantamiento en 2011. La guerra civil ha matado a más de 250.000 personas y desplazado a la mitad de la población siria.

Antes del bombardeo, los manifestantes se reunieron frente a la embajada llevando carteles con la imagen de Assad y del presidente ruso, Vladimir Putin y agitando banderas de los dos países.

Algunos portaban pancartas que decían: «Gracia Rusia» y «Siria y Rusia juntas combatiendo al terrorismo».

«Las posturas del presidente Putin fueron absolutamente positivas para Siria», dijo Nizar Maqsoud, de 39 años, un empleado del gobierno.

«Todo Occidente está contra nosotros. Sólo Rusia nos respaldó, tenemos que agradecer a Rusia y al presidente Putin», informó por su parte Osama Salal, un estudiante de 18 años.

Moscú comenzó a lanzar ataques en Siria el 30 de septiembre, lo que permitió a las fuerzas del gobierno sirio emprender un asalto por tierra. El Kremlin insiste en que tiene principalmente como blanco al grupo Estado Islámico y otros «terroristas», pero la ofensiva por aire y tierra está llegando a zonas controladas por rebeldes respaldados por Estados Unidos y otros insurgentes, entre ellos el Frente Nusra, afiliado con la red terrorista Al Qaeda.

Artículo anteriorAtaques en Jerusalén agravan la violencia
Artículo siguienteTurquía prohíbe acto de activistas en honor a víctimas del ataque