LUXEMBURGO
AP

Más que cualquier otro asunto, la posición de Austria frente a la crisis migratoria será clave en las elecciones del domingo próximo a la alcaldía de Viena, dividiendo a los votantes que dan la bienvenida a los migrantes de aquellos que temen que un aumento de su presencia pueda amenazar su propio bienestar.

Solo una parte de las casi 200 mil personas que llegaron al país el mes pasado se quedaron en territorio austriaco, frente a la mayoría que siguió su viaje hacia Alemania. Con todo, hasta finales de agosto, el Ministerio del Interior había recibido unas 46 mil peticiones para obtener el estatus de refugiado, frente a las 28 mil solicitudes de todo 2014.

Una manifestación de apoyo a los migrantes reunió el sábado a más de 100 mil personas en Viena. Pero las cifras de asilo y los noticieros nocturnos que muestran a multitudes de personas entrando a Austria han impulsado el apoyo al Partido Libertad, que defiende que la inmigración amenaza los valores tradicionales austriacos y que afecta negativamente a un mercado laboral ya en recesión.

Viena sería un trofeo importante para el Partido Libertad dado que la ciudad ha estado gobernada los últimos 60 años por los socialistas, bien en solitario o liderando una coalición.

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