KABUL, Afganistán
AP

Las fuerzas del gobierno afgano entraron antes del amanecer de hoy en la estratégica ciudad de Kunduz, que había caído ante talibanes esta semana, y forzaron a los insurgentes a retirarse en fieros combates callejeros aún en marcha.

Pero pese a las rápidas declaraciones de las autoridades sobre que se había liberado buena parte de la ciudad, para el mediodía los vecinos que seguían en Kunduz refugiados en sus hogares dijeron que todavía se oían explosiones y disparos en el exterior.

La caída de Kunduz en manos talibanes fue un gran revés para las fuerzas del gobierno afgano, que han tenido problemas para hacer frente a los insurgentes con ayuda limitada de las tropas estadounidenses y de la OTAN. El contingente internacional pasó a asumir un papel de instrucción y apoyo al final del año pasado, tras la retirada de sus fuerzas de combate de Afganistán.

Los talibanes negaron haber perdido la ciudad, y su portavoz Zabihulá Muyahid afirmó hoy que seguía en su poder, y «la bandera talibán sigue ondeando» sobre Kunduz.

La operación para recuperar la ciudad comenzó ayer por la noche cuando tropas de tierra salieron del aeropuerto de Kunduz, donde se habían congregado tras la caída de la ciudad, para llegar a Kunduz por carreteras minadas por los insurgentes, indicó un portavoz del Ministerio del Interior, Sediq Sediqqi.

«La ciudad se tomó a las 3:30 de la mañana» de hoy, indicó Sediqqi, aunque admitió que la operación «para despejar la ciudad sigue en marcha» y podría llevar varios días.

El vocero indicó a Associated Pres que en la batalla para recuperar la ciudad norteña participan ejército y policía, y que se habían retirado barricadas colocadas por los talibanes en las carreteras para impedir movimientos. Los vecinos recibirán pronto suministros básicos como alimentos y medicinas, añadió.

Unos 200 combatientes talibanes murieron, añadió, sin dar cifras de bajas del gobierno.

El jefe de policía de Kunduz, Sarwar Husaini, señaló que había cuerpos de combatientes talibanes tendidos en algunas calles, pero que la operación de limpieza era complicada porque algunos milicianos se habían ocultado en viviendas particulares.

Había combates callejeros y disparos en algunas calles, según vecinos de la ciudad.

«Continúan los intensos combates en las calles de la ciudad», señaló Zabiulá, un residente en Kunduz que vive cerca de la plaza principal y que, como muchos afganos, prefiere utilizar sólo un nombre.

«La situación es muy crítica, y va a peor, y acabo de oír una enorme explosión de una bomba cerca de mi casa», dijo a AP por teléfono desde su casa.

Otro vecino, Hamidulá, dijo que había intensos enfrentamientos en la zona de Juya Mashad, unos 200 metros (218 yardas) al norte de la plaza. «Todo el mundo sigue bajo techo, pero sigue habiendo disparos esporádicos», comentó. «Hay explosiones, pero no sabría decir si son bombas lanzadas desde los aviones que oigo en el cielo, o cohetes».

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