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Nada de apretones de manos, saludos con los puños tocándose ni selfies cuando el Papa Francisco entre en el recinto de la Cámara de los Comunes para su histórico mensaje al Congreso.
Esas son las instrucciones de los líderes de las dos cámaras, quienes en una carta instaron a los legisladores a abstenerse «de apretones de manos y conversaciones a lo largo del pasillo central durante las llegadas del Senado, el decano del cuerpo diplomático, la Corte Suprema, el gabinete presidencial y el Papa Francisco».
El pontífice tendrá una agenda apretada el jueves y los líderes del Congreso quieren evitar todo lo que lo pueda demorar.
El Papa debe llegar al Capitolio poco después de las 9 a. m. local para ser recibido por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner y después hablar ante el Congreso en pleno a las 10 a. m. Se anticipa la presencia del vicepresidente Joe Biden, diplomáticos, jueces y miembros del gabinete.
Después de su discurso, Francisco saldrá al balcón donde lo podrá ver el público.
En total, estará en el Capitolio unos 90 minutos.
