LUJAN, Argentina
AP

El número de evacuados en la provincia de Buenos Aires, la mayor de Argentina, por las inundaciones ascendió ayer a 11 mil debido a la crecida de los ríos de las zonas más afectadas.

«Tenemos 11 mil evacuados en 39 municipios» (bonaerenses), dijo a periodistas el secretario de Seguridad, Sergio Berni, tras un recorrido por las localidades anegadas.

Las poblaciones más perjudicadas por las precipitaciones de los últimos seis días y la crecida de varios ríos son Luján, Pilar, San Antonio de Areco, Arrecifes, Mercedes, Salto, Tigre y Zárate, en el norte y noroeste, que tras un respiro ayer esperan nuevas lluvias para hoy y mañana. Tres personas han fallecido a causa de las tormentas.

Por las precipitaciones sobre el norte del territorio bonaerense «se acumularon hasta el momento 350 milímetros de agua y en algunas zonas, como Salto, es una cifra récord», indicó Luciano Timerman, director de emergencias de la provincia.

Durante la jornada el número de evacuados en la provincia fue en ascenso en coincidencia con la crecida de las aguas.

Berni reconoció que es difícil calcular el número de personas afectadas debido «a la gran cantidad de familias que no van a centros de evacuados y se trasladan a casas de familiares».

En Luján, Fabiana Olivera, de 43 años, escapó de la inundación junto a sus tres hijos y sus mascotas cuando el río homónimo alcanzó los 5,37 metros e inundó las viviendas humildes ubicadas cerca de su orilla.

«Es la tercera vez que pierdo todo y nadie soluciona nada», relató Olivera a The Associated Press en el centro de evacuados al que fue trasladada.

Buenos Aires ha sufrido anegaciones periódicas en los últimos años, en parte por infraestructura deficiente, según denuncian sus habitantes. En 2013 la inundación de su capital, La Plata, causó más de 80 muertos.

Olivera se quejó de que ninguna autoridad «dio la cara» y cuestionó la falta de dragado del río que ayudaría a evitar las inundaciones.

Medio centenar de vecinos de Luján protestaban el martes cortando una avenida de esa localidad en reclamo de obras y mayor asistencia.

«El agua nos quitó todo pero los políticos no nos van a quitar dignidad», decía un cartel.

«Estamos cansados de promesas», afirmó Olivera, quien estima que tomará al menos un mes que baje el agua y pueda regresar a su casa.

Las autoridades de Salto declararon el estado de emergencia luego de que el río homónimo superó los nueve metros y dejó 600 evacuados. Habitantes de la localidad buscaron refugio en camiones y casas de vecinos y muchos se trasladaban en canoa por las calles anegadas, según imágenes de la televisión.

En tanto, el río Arrecifes alcanzó los 9.23 metros, la marca más alta de su historia.

Los campos de la pampa húmeda, la principal zona productora del país, también sufrieron anegamientos que afectarían la siembra de trigo.

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