SAN SALVADOR, El Salvador
AP
Un presunto cabecilla de las pandillas salvadoreñas al que se acusa de ser el principal promotor de las amenazas contra el transporte público ha sido capturado, informó la Fiscalía, al tiempo que grupos criminales asesinaron a otro chofer de autobús.
César Vladimir Montoya Clímaco, alias «Sailor», presunto miembro de la pandilla Barrio 18, fue capturado el martes por la noche en el populoso municipio de Apopa, en la periferia norte de San Salvador, informaron las autoridades.
Al cumplirse el tercer día del paro del transporte obligado por las amenazas de las pandillas, las autoridades confirmaron el asesinato del chofer Elías Emilio Meléndez, de 21 años, cuando llenaba el tanque de combustible y se aprestaba a iniciar sus labores.
Según las primeras investigaciones, tres hombres llegaron al lugar en un automóvil y lo acribillaron a balazos, lo que elevó a nueve la cifra de choferes asesinados desde la noche del domingo.
Más tarde, presuntos pandilleros atacaron una camioneta tipo pick-up que transportaba personas en la ciudad de Zacatecoluca, a 56 kilómetros de la capital, lo que dejó dos personas heridas de bala que fueron trasladadas al hospital de la localidad.
El vicepresidente de la República, Óscar Ortiz, confirmó a los periodistas que el gobierno incrementó el número de soldados en las calles y municipios vecinos para proteger a la población y a las unidades del transporte que siguen trabajando.
En conferencia de prensa, las autoridades de Seguridad Pública y del transporte anunciaron que a partir de jueves los autobuses serán custodiados por policías y soldados hasta que el servicio se normalice.
«El gobierno les ha ofrecido el acompañamiento en los diferentes recorridos y el acompañamiento en las unidades del transporte a partir del día de mañana», dijo el viceministro de Transporte, Nelson García. «A partir de esta disposición no existen excusas para no salir, así que esperamos que el día de mañana se vaya normalizando la irregularidad en el transporte. Esperamos ya en la mañana ver un cambio».
Patrullan las calles más de 6.000 soldados y suboficiales que participan en las fuerzas de tareas conjuntas de seguridad con la policía. Van vestidos con ropas camufladas y armados con fusiles M16, reforzados por vehículos militares Humvee equipados con armas de gran calibre.
Sin embargo, a pesar de ello el caos era notorio en los sectores más populosos en la periferia de la capital y muchas personas tuvieron que caminar grandes trechos para llegar a sus destinos.
«Son tres días que tenemos en esto. Nos levantamos más temprano porque si no logramos transporte nos toca caminar y aquí vamos», dijo Martín Segovia que, al igual que muchos en la populosa colonia Zacamil, en la periferia norte de la ciudad, decidieron no quedarse esperando y caminaron para ir a trabajar.
«No nos paran, así es este pueblo, no lo pararon en la guerra, y es que si no trabajamos no comemos», dijo el hombre de 49 años.
El comisionado presidencial para la seguridad, Hato Hasbún, informó en una entrevista con la televisión local que hay 142 rutas de autobuses que no han estado trabajando y de estas, 67 prestan el servicio en el área metropolitana de San Salvador.
García había dicho que de los 10.600 autobuses que operan a nivel nacional, solo 1.000 han parado el servicio, pero los empresarios del transporte aseguran que más del 90% del transporte de pasajeros está paralizado.
Para contrarrestar el paro, que el comisionado presidencial calificó como «un boicot al transporte público», el gobierno seguirá implementando el plan de contingencia poniendo a la disposición de los habitantes autobuses, camionetas pick-up y camiones.