HONOLULU, Hawái, EE.UU.
AP
Las fuerzas armadas exhumaron ayer más féretros con los restos no identificados de miembros de la tripulación del USS Oklahoma que murieron en el bombardeo a Pearl Harbor en 1941.
Los ataúdes fueron desenterrados del Cementerio Nacional Memorial del Pacífico en Honolulu, en donde han descansado durante décadas. La agencia estadounidense que lleva estadísticas sobre prisioneros de guerra y desaparecidos en acción (Defense POW/MIA Accounting Agency) dijo en abril que desenterraría los 388 soldados para identificar marineros e infantes de Marina que aún están catalogados como desparecidos.
El cementerio y el ejército permitieron que la prensa observara una ceremonia posterior a la exhumación cuando se colocaron banderas sobre los féretros.
Michael Linnington, teniente general retirado y que dirige la Agencia de Registro de soldados desaparecidos y prisioneros de guerra, explicó a la prensa que el laboratorio en Hawái identificará algunos restos a partir de historiales dentales. Después se enviarán los restos a otro laboratorio en Omaha para un análisis de ADN.
Los familiares de los desaparecidos están deseando que se identifique a sus padres, abuelos y tíos.
«Quieren tener a sus seres queridos en casa, y estamos encantados de ayudarles en ese proceso», dijo Linnington.
El proyecto de identificación de Oklahoma incluye desenterrar 61 féretros en 45 sepulturas en el cementerio de Honolulu comúnmente conocido como Punchbowl. Más de una docena de féretros ya fueron exhumados.
El Oklahoma se hundió por impactos de torpedos durante el ataque japonés del 7 de diciembre de 1941. En total murieron 249 marineros e infantes de Marina. Sólo 35 fueron identificados en los años posteriores al hecho.
Más de 70 años después de que murieron los hombres, el ejército está actuando porque los avances en la ciencia forense y en la tecnología, así como la aportación genealógica de familiares, han hecho posible identificar más restos.
La agencia espera identificar aproximadamente 80% de los miembros de la tripulación del Oklahoma que por ahora se consideran desaparecidos. Calcula que el trabajo durará cinco años.