Por Valerie Hamilton
San Diego (EEUU)

Incluso en su época más floreciente, en los años 40, los cómics estaban considerados como lectura para niños y frikis en Estados Unidos. Pero los tiempos cambian y el mundo del cómic y sus seguidores son ahora la gallina de los huevos de oro para Hollywood.

La feria Comic-Con, que hoy comienza en San Diego, es la mayor reunión del mundo de lectores y profesionales de este sector. Y entre los más de 130 mil visitantes abundan los estudios de cine y televisión.

Las películas basadas en superhéroes supusieron 5 mil 200 millones de dólares (4 mil 700 millones de euros) de beneficios en Estados Unidos en la última década. Tres de las diez películas que mejores cifras arrojaron en toda la historia nacieron como cómics: «The Avengers» (2012), «Avengers: Age of Ultron» (2015) y «Iron Man 3» (2013).

Se trata de un cambio muy destacable para un medio que hasta hace poco «no tenía hueco en la cultura pop», explicó a dpa el editor de «The Comics Journal», Gary Groth.

«Se consideraba absurda la idea de que los cómics pudieran ser una forma de entretenimiento masivo o incluso que fueran tomados en serio», agregó.

Los cómics nacieron en los años 30 en Estados Unidos, a partir del éxito de las tiras cómicas de los periódicos, que evolucionaron para contar historias de amor, de crímenes y superhéroes. Leer cómics entonces no tenía mayor o menor importancia, «mucha gente lo hacía», según el historiador Alan Kistler, especializado en cultura pop.

Pero tras la Segunda Guerra Mundial, las costumbres sociales se volvieron en contra de los lectores adultos de cómics, apuntó Kistler.

En la década de los 70 los dibujantes y escritores de cómics volvieron a escena, modernizaron clásicos como «Superman» y «Wonder Woman» y abordaron cuestiones sociales, creando una vibrante contracultura que persiste en la actualidad.

Pero los cómics siguen ocupando un reducido nicho de mercado. Un bestseller puede publicar una tirada de 100 mil ejemplares, mientras que de los títulos menos conocidos apenas se imprimen unos 5 mil. En comparación, la película «Avengers: Age of Ultron» recaudó unos 190 millones de dólares en Estados Unidos el fin de semana de su estreno.

El interés de Hollywood por los superhéroes no es nuevo. Desde los años 70 los cineastas producen cada año unas cuantas películas basadas en héroes de cómics. Pero los grandes éxitos como el «Superman» (1978) de Christopher Reeve o el «Batman» (1989) de Michael Keaton eran hasta ahora más bien una excepción.

Eso cambió el año 2000 con «X-Men», apuntó Kistler. La película de ciencia ficción basada en los cómics de Marvel dio en el clavo. Abordaba cuestiones sociales como el racismo y desarrolló la idea de un superhéroe que era más que «un tipo dentro de un traje».

El enorme éxito de la cinta, que recaudó 157 millones de dólares en todo el mundo, insufló nueva vida a las películas de superhéroes, apuntó el historiador. El año pasado Hollywood produjo al menos 18 películas basadas en cómics. El género es tan omnipresente que incluso surgieron sátiras de humor negro como «Birdman», protagonizada por el propio Keaton. La película del mexicano Alejandro González Iñárritu ganó cuatro premios Oscar este año, entre ellos a la mejor película y mejor dirección.

Pero si bien Hollywood se ha servido de los inesperados superpoderes de los cómics, los críticos creen que la meca del cine ha sido más bien «criptonita» para los libros.

Las películas han tomado el mínimo común denominador de los cómics y lo han utilizado para apropiarse del género, apuntó Groth. En su opinión, «posiblemente refleje la lenta idiotización del público estadounidense».

Sin embargo, para Kistler la apertura de la cultura del cómic a un público más amplio es positiva. «Es una industria, y quieren hacer dinero», afirmó.

A quienes afirman que el mundo del cómic vendió su alma al cine, Kistler responde que «siempre hubo un dar y recibir». La industria del entretenimiento siempre ha estado apropiándose y cambiando cómics prácticamente desde que nacieron.

Es el caso de Superman. El Hombre de Acero apareció en Action Comics en 1938. Pero seguramente nunca habría sido confundido con un pájaro o un avión si una adaptación de la radio de 1939 no le hubiera dado la capacidad de volar.


COMIC

La palabra cómic designa a aquello que algunos denominan figuración narrativa; esa forma híbrida que mezcla texto e imagen se desarrolló en Norteamérica a fines del XIX.

A estas narraciones se las ha denominado cómics porque fueron esencialmente cómicas. Hasta 1929 no apareció el primer cómic realista, Tarzan, de Harold Foster, inspirado en la obra de Burroughs. El cómic es un fenómeno de ámbito mundial. A pesar de que históricamente alcanza su máxima expresión en Estados Unidos y Europa, Hoy en día, se lo encuentra por doquier, y sobre todo en Japón, donde está experimentando un volumen de producción y un dinamismo extraordinarios.

Cada país ha adoptado un término específico para designar esta expresión artística: así, en Francia las tiras o strips dan lugar a Bande dessinée o B.D.; en Italia el término fumetti deriva de la palabra fumetto (o humito), que designa al bocadillo. Los países anglófonos utilizan comic y en España se alterna ese término castellanizado cómic con la palabra historieta, más globalizadora, utilizada así mismo en la América hispanohablante. En Portugal se utiliza el término quadrinhos.

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