Por MARK STEVENSON y ALBERTO ARCE
MEXICO Agencia AP
México ha dado un paso al frente y se ha puesto a la cabeza de un esfuerzo que trata de cortar de raíz el flujo de centroamericanos que pasan por el país rumbo al norte. Y lo hace con éxito: Ya detiene con el objetivo de deportar a más inmigrantes de la región que Estados Unidos.
La concesión de peticiones de asilo en México es mínima si se compara con las decenas de miles de solicitudes presentadas. En la mayoría de las ocasiones sólo verifica la nacionalidad de los migrantes detenidos y los envía rápidamente en autobuses de vuelta a sus países de origen.
Entre octubre y abril, México ha detenido a 92 mil 889 migrantes centroamericanos. En el mismo período de tiempo, Estados Unidos ha detenido a 70 mil 226 migrantes «no mexicanos», en su mayor parte de Honduras, Guatemala y El Salvador.
La situación cambió luego de que el flujo de migrantes y menores no acompañados que salía de América Central, comenzó a aumentar. Entre octubre de 2013 y abril de 2014, los Estados Unidos detuvieron a 159 mil 103 «no mexicanos», tres veces más que las 49 mil 893 detenciones de centroamericanos en México.
Y nadie se sorprende de que en México no se les den a los migrantes, que en muchas ocasiones huyen directamente de la violencia y no sólo de la pobreza, las opciones para pedir asilo que la ley recoge. A fin de cuentas, Honduras y El Salvador son los países con mayor índice de homicidios per cápita del mundo y muchos de los migrantes huyen de la extorsión, el reclutamiento forzoso y las amenazas de las pandillas callejeras.
Fray Tomas Gonzalez, director del albergue de migrantes «La 72» en Tabasco, al sur de Mexico cree que México «le está haciendo el trabajo sucio, muy sucio, a los Estados Unidos».
La Secretaría de Gobernación de México, que toma las decisiones en política migratoria, no respondió a las preguntas de AP.
En 2014 el Departamento de Estado registró 41 mil 290 peticiones de asilo, no todas de centroamericanos, y el 49% fueron concedidas. Las cifras disponibles en México indican que entre enero y septiembre de 2014 se presentaron mil 525 solicitudes, la mayor parte de centroamericanos y sólo se concedieron 246. Una de cada seis.
El cambio de política comenzó con la aprobación del plan Frontera Sur en julio de 2014. Fue entonces cuando empezaron a lanzarse operativos en el tren que los migrantes usan para cruzar México de sur a norte. Se intensificaron los controles en las carreteras que tratan de impedir que viajen en autobús y camioneta y comenzaron a monitorear los lugares en los que los inmigrantes se alojaban tradicionalmente: hoteles baratos a lo largo de las vías del tren.
Al principio muchos pensaron que los operativos durarían poco, que México no podría ni querría mantener el control durante mucho tiempo. Pero, de hecho, no sólo ha continuado sino que se ha intensificado. México deportó en los cuatro primeros meses de 2015 unos 79% más de centroamericanos que en el mismo período del año anterior.
«Son deportaciones exprés, no se les da la posibilidad de solicitar refugio. Los operativos son violentos, todo el proceso es violento y veloz», dijo Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Mesoamericano.
El mecanismo de detención y deportación no contempla la solicitud de refugio en la práctica. «No dan tiempo. La autoridad no quiere detalles. Es muy difícil que puedas decirle a quien te baja a golpes del tren o te saca de un transporte que lo que quieres es solicitar refugio», denunció Figueroa.
Maureen Meyer, responsable para México y derechos de los migrantes de la Oficina de Washington para América Latina, una organización de defensa de los Derechos Humanos dijo que «las organizaciones que han tratado de acceder a los migrantes en Tapachula (en la frontera con Guatemala) van un día a visitar a un migrante y cuando regresan al día siguiente descubren que ya no está allí. El proceso de deportación es rapidísimo».
Del 1,7%, de detenidos que presenta una solicitud, un tercio renuncia a continuar con el proceso y acepta la deportación.
En la práctica, lo que ha sucedido es que «los migrantes ahora toman rutas más alejadas, caminan y pagan más caro a los traficantes de personas», dijo Meyer. «El flujo no ha disminuido. Sólo se ha detenido la parte visible».
En los Estados Unidos el proceso de deportación puede tardar desde horas hasta años. Los mexicanos suelen ser devueltos rápidamente, incluso el mismo día que se les atrapa, mientras los nacionales de otros países a menudo pasan como mínimo varios días. Si se solicita asilo o la persona es un menor que viaja solo el proceso de alarga. Los casos tienen que resolverse judicialmente y las audiencias pueden demorar años. La lista de espera en estos momentos es de unos 449 mil casos.
El Instituto Nacional de Migraciones de México no ha facilitado datos sobre el tiempo que los migrantes pasan en los centros de detención antes de ser deportados.
A preguntas de Associated Press dijeron que «el tiempo que un extranjero está en migraciones (arrestado) depende de la velocidad con la que las autoridades de su país de origen confirman su nacionalidad y de cómo se resuelven posibles apelaciones.
El Instituto negó que las condiciones en los centros sean malas. «Los centros de migraciones ofrecen cuidados dentales de primera, comida de calidad y comunicación constante con los parientes de los migrantes y las autoridades de los países de origen».
Pero hay informes que hablan de saturación y sobrepoblación en los centros y está claro que México trata de deportar a los migrantes lo antes posible.
CIFRAS
Entre octubre y abril
México
92 mil 889
Migrantes centroamericanos
detenidos.
Honduras, Guatemala y El Salvador
EE. UU.
70 mil 226
Migrantes “no mexicanos”
detenidos.
CIFRAS
Entre octubre de 2013 y abril de 2014
México
49 mil 893 migrantes detenidos
Migrantes y menores no acompañados
EE. UU.
159 mil 103 Migrantes “No mexicanos” detenidos.
Migrantes y menores no acompañados
que salían de América Central