BRASILIA
AP

El gobierno de Brasil aseguró ayer que el episodio de espionaje estadounidense que dañó las relaciones entre las dos potencias del hemisferio ha quedado superado y dará vuelta a la página con una visita de la mandataria brasileña a Washington la próxima semana.

El subsecretario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, Carlos Paranhos, afirmó que el país ha dejado atrás el asunto, dos años después de que la presidenta Dilma Rousseff canceló una visita de Estado a la Casa Blanca en protesta por la revelación de que la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense la había espiado. Dicha información fue filtrada a la prensa por Edward Snowden, excontratista de la NSA (siglas en inglés de dicha agencia).

En cambio, lo que Brasil busca ahora es atraer capital extranjero y renovar las relaciones diplomáticas en un encuentro con el presidente Barack Obama.

«Es importante no tratar de hacer un refrito de ese tema como si se tratara de un asunto importante», dijo Paranhos en una rueda de prensa. «Ya fue superado».

El viaje de Rousseff es una oportunidad para «seducir» a inversionistas estadounidenses con el fin de que acudan a Brasil, añadió Paranhos. El país quiere mostrar que «está tomando en serio el programa de ajuste fiscal y de infraestructura», expresó.

Según el subsecretario, está prevista la firma de acuerdos y la reanudación de unas 30 negociaciones que habían sido interrumpidas en áreas de defensa, comercio, clima, ciencia y tecnología.

El vicepresidente estadounidense Joe Biden habló por teléfono con Rousseff el jueves y destacó la importancia de trabajar con Brasil en esta visita para «crear un acuerdo climático robusto en París en diciembre».

A lo largo de la última década Brasil ha cumplido un papel importante en la lucha contra el cambio climático: redujo sus emisiones de gases contaminantes y su tasa de deforestación de la selva amazónica, considerada una de las defensas naturales más importantes del mundo contra el calentamiento global debido a su capacidad de absorber grandes cantidades de dióxido de carbono. Sin embargo, últimamente ha aumentado el volumen anual de su destrucción.

Rousseff viajará el domingo para reunirse primero con empresarios brasileños e inversionistas estadounidenses del sector financiero. Cenará en la Casa Blanca el lunes y al día siguiente sostendrá una reunión de trabajo con Obama.

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