Por JOHN-THOR DAHLBURG
BRUSELAS
AP
Desde decisiones al más alto nivel, como la distribución de las tropas de la OTAN, a las más pequeñas, como repintar una base aérea cerca del mar Báltico, la alianza liderada por Estados Unidos se prepara para lo que teme podrían ser años de confrontación con una Rusia impredecible y en alza.
«Después de décadas de paz, ese periodo pacífico tras la Guerra Fría ha terminado», indicó el ministro de Defensa y viceprimer ministro polaco Tomasz Siemoniak. «Porque hay más y más crisis que estallan en toda Europa, y tenemos que asegurarnos de que el público lo comprende».
Siemoniak se reunía hoy con el secretario de Defensa estadounidense, Ash Carter, y sus homólogos de toda la OTAN para una cumbre de dos días en Bruselas en la que se espera reorganizar una organización fundada en 1949 para impedir que la Unión Soviética en la era de Stalin controlase Europa del Este con sus tanques y tropas.
Los desafíos de seguridad de la actualidad proceden de nuevo de Moscú, pero también de insurgentes radicales islámicos como el grupo Estado Islámico, y en campos de batalla desconocidos para los fundadores de la OTAN, como el ciberespacio.
«La OTAN se adapta a este nuevo entorno, a las nuevas condiciones en su periferia», dijo Douglas Lute, embajador de Estados Unidos en la OTAN.
