BUENOS AIRES
AP
El jefe del Ejército argentino César Milani, investigado por supuestas violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar, pidió ayer su pase a retiro.
Un escueto comunicado de la fuerza informó que el Jefe del Estado Mayor General del Ejército «presentó su pase a retiro efectivo por razones estrictamente personales». La petición debe ser aceptada por el Ministerio de Defensa.
El teniente general está acusado de la desaparición del soldado conscripto Alberto Ledo en 1976 en la provincia norteña de Tucumán. Hasta ahora el juez de la causa no tomó medidas procesales contra el militar.
Milani también está imputado una causa judicial en la provincia de La Rioja, en el noroeste argentino, por presuntas torturas a dos miembros de una familia y en otro expediente por enriquecimiento ilícito.
El ministerio de Defensa dijo en un comunicado que «ha aceptado el pedido de retiro efectuado en el día de la fecha por el teniente general». Agregó que «esta cartera hace un reconocimiento a la gestión realizada… agradeciendo su compromiso y dedicación permanente».
La presidenta Cristina Fernández designó como nuevo jefe del Ejército al general de división, Ricardo Luis Cundom, anunció la cartera de Defensa.
Milani fue propuesto en julio de 2013 por la presidenta Fernández para conducir al ejército, lo que generó una controversia y las críticas de defensores de derechos humanos y opositores, que provocaron que se postergara su designación formal en el Congreso.
El ascenso de Milani fue controversial pues Fernández, así como su fallecido esposo y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007), promovieron la derogación de las leyes de amnistía que favorecían a los represores y dieron respaldo político a los juicios por crímenes de lesa humanidad.
Opositores y activistas de derechos humanos celebraron la decisión del teniente general y cuestionaron que la presidenta lo haya apoyado.
«Desde hace más de dos años venimos denunciando incansablemente el rol de este nefasto personaje que fue designado en lo más alto del ejército por este gobierno, convirtiéndolo en el principal responsable de todos los servicios de inteligencia utilizados contra los luchadores obreros y populares», dijo en un comunicado la dirigente del Partido de los Trabajadores Socialistas y activista humanitaria Myriam Bregman.
Milani ha rechazado las denuncias en su contra, que no han prosperado en el ámbito judicial. También es señalado por la oposición como el responsable de hacer tareas irregulares de inteligencia en el seno de los servicios secretos argentinos.
El militar fue subteniente especializado en inteligencia en La Rioja entre febrero de 1976 y febrero de 1977 en un batallón que también tuvo injerencia en Tucumán.
En la última dictadura argentina (1976-1983) desaparecieron unas 13.000 personas, según cifras oficiales.
