QUITO, Ecuador
AP

Miles de indígenas y sindicalistas realizaron ayer marchas pacíficas en las principales ciudades del país contra las políticas económicas y laborales del presidente Rafael Correa.

Entre las razones de quienes se manifestaron en ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca están leyes que consideran menoscaban la libertad de asociación y de protesta y la estabilidad laboral, además de leyes sobre tierras y agua, que los indígenas rechazan.

Horas antes, el gobierno de Correa convocó a un gran diálogo nacional como respuesta a nueve días de protestas callejeras que tuvieron lugar en las principales ciudades del país.

El secretario nacional de Planificación y Desarrollo, Pavel Muñoz, afirmó que es un diálogo al que convocó Correa es «por la justicia y la equidad» y que estará presidido por el mismo mandatario y varios ministros. El diálogo será evaluado en tres meses.

Desde el 8 de junio, miles de ciudadanos protagonizaron plantones y marchas en contra de proyectos de ley que buscaban imponer fuertes impuestos, hasta del 75% a la plusvalía y las herencias. Los dos proyectos fueron retirados el lunes pero las protestas siguen en contra del estilo y políticas de Correa.

El dirigente indígena y prefecto (gobernador) de la provincia de Morona Santiago, Salvador Quishpe, afirmó en la marcha «porque viene el Papa, Correa quiere que estemos callados, pero cuando se vaya el Papa… seguramente volverá a ser lo que es, el lobo feroz de siempre».

Añadió que «vamos a seguir luchando hasta que se termine esta faceta lamentable que vive el Ecuador».

El Papa Francisco tiene previsto visitar Ecuador entre el 5 y 8 de julio.

Correa, en un discurso público en el centro del país, señaló que las marchas son parte de un plan de la oposición para «desestabilizar al país para que el Santo Padre suspendiera la visita, y le hagan daño al gobierno así le hagan daño a toda la población».

Agregó que «buscan generar incidentes, violencia para ver si se desestabiliza el gobierno, por eso tuve que retirar temporalmente esos dos proyectos de ley, más aún cuando estamos en la víspera de la visita del Santo Padre».

Una de las consignas más repetidas en los carteles y mediante gritos era el estribillo «fuera Correa fuera».

La ex candidata a la vicepresidencia por una alianza de partidos de izquierda, Marcia Caicedo, destacó que lo que «le preocupa a la ciudadanía es este gobierno arbitrario y abusivo, que eliminó el libre ingreso a la universidad, al igual que la ley de herencias y plusvalía, porque sabemos que este gobierno no es de izquierda». Correa se declara seguidor del Socialismos del Siglo 21.

 

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