Worshippers embrace following a group prayer across the street from the Emanuel AME Church following a shooting Wednesday, June 17, 2015, in Charleston, S.C. (AP Photo/David Goldman)

Por ALEX SANZ y DAVID GOLDMAN

CHARLESTON,
Agencia dpa

Nueve personas murieron el miércoles después de que un hombre blanco abriera fuego durante una plegaria en una iglesia histórica negra en el centro de Charleston, un ataque que las autoridades describieron como un crimen de odio. El tirador seguía prófugo el jueves de madrugada.

El jefe de la policía local, Greg Mullen, dijo creer que el asalto a la iglesia metodista Emanuel había sido un crimen de odio, y que las autoridades buscaban a un varón blanco al comienzo de la veintena.

«El único motivo por el que alguien podría entrar en una iglesia y disparar a gente que reza es por odio», dijo el alcalde de Charleston, Joseph P. Riley. «Es el acto más ruin que uno podría imaginarse, y llevaremos a esa persona ante la justicia».

El líder de la minoría en el Senado estatal, Todd Rutherford, dijo que el actual pastor del templo, el senador Clementa Pinckney, estaba entre los fallecidos en la balacera.

Durante la madrugada del jueves la policía dijo que tenía un vídeo de una cámara de vigilancia en que el aparecía el presunto tirador y el vehículo que empleó para huir tras el ataque. El FBI y la policía estatal colaboran con agentes locales en la búsqueda del sospechoso.

Mullen, que se reunió con periodistas a primera hora del jueves para distribuir el video, dijo que no podía dar la marca y modelo concretos del auto porque no podían deducirlo de la grabación.

El jefe policial dijo que existían motivos para pensar que el pistolero haya salido del entorno de Charleston, pero se está distribuyendo información sobre él y su vehículo por todo el país.

El ataque se produjo dos meses después de la muerte de un hombre negro desarmado, Walter Scott, abatido a tiros por un policía blanco en la vecina North Charleston. Ese crimen desató grandes protestas y dejó en evidencia las tensiones raciales en la zona. El agente ha sido acusado de asesinato y los legisladores de Carolina del Sur han propuesto una ley que ayudaría a todas las agencias de policía del estado a obtener cámaras corporales.

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