Por MARK STEVENSON
ACAPULCO, México
AP

Las autoridades de la costa suroeste de México ordenaron el cierre de escuelas y preparaban refugios mientras la tormenta tropical Carlos azotaba las playas con grandes olas y fuertes vientos al acercarse a tierra.

Carlos fue degradado de la categoría de huracán ayer, pero los meteorólogos esperaban que recobrara la categoría de huracán durante las próximas 48 horas.

La tormenta tenía su centro unos 120 kilómetros (75 millas) al sur de la ciudad portuaria de Lázaro Cárdenas con vientos máximos sostenidos de 110 kph (70 mph), dijo la agencia estadounidense. Se movía hacia el oeste noroeste a unos 9 kph (6 mph).

Las playas en Acapulco estaban mucho más vacías de lo normal ayer, ante olas de dos metros que arrastraron más de una docena de cabañas de palma pequeñas y vientos que derribaron algunos árboles. Los trabajadores retiraban hamacas y sillas de la playa instaladas frente a hoteles y cafeterías.

No había informes de daños considerables y solamente una persona resultó herida al caer de una cerca, dijo Jonathan Capote, portavoz de Protección Civil del estado de Guerrero.

«Aparte de algunos carteles de publicidad y árboles caídos, no hemos tenido ningún daño», apuntó.

Sergio Piña, gerente de riesgos para negocios y proveniente de la Ciudad de México, figuraba entre un grupo de espectadores que observaban los efectos del mal clima.

«Es impresionante. Tiene mucha fuerza», dijo. «Hay embarcaciones volteadas, cables caídos», afirmó.

Las autoridades dijeron que las escuelas cerrarían el lunes y solicitaron a los habitantes que permanecieran en sus casas.

Las autoridades estatales dijeron que 507 albergues, incluidos 98 en Acapulco, fueron preparados a lo largo de la costa de Guerrero.

Las zonas costeras al norte de Acapulco y más allá, hasta el estado de Michoacán, también adoptaban sus precauciones y las playas tenían menos gente de lo habitual.

El sábado, Carlos fue brevemente el tercer huracán de 2015 en la temporada del Pacífico oriental.

Los expertos advirtieron que incluso como tormenta tropical podría causar aguaceros con posteriores inundaciones súbitas y aludes que representan un peligro para la gente.

La lluvia podría alcanzar de 15 a 22,5 centímetros (de seis a 10 pulgadas) de agua en el suroeste de México, con probabilidades de 42 centímetros (15 pulgadas) en algunas zonas, dijo el centro de Huracanes.

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