Por BOB MOEN
CHEYENNE, Wyoming, EE.UU.
AP

Una fuerte tormenta arrojó hasta 6 pulgadas (15 centímetros) de lluvia en un pequeño pueblo en Wyoming, derrumbando un puente, dañando casas y negocios, y forzando a una decena de personas a trasladarse a terreno más alto.

Otra tormenta similar arrojó más lluvia en el área el jueves por la tarde, antes que el gobernador Matt Mead llegase al área para evaluar los daños.

En Lusk, un pueblo de 1.500 habitantes, la crecida inundó cuatro cuadras en el centro y obligó a cerrar el sistema de suministro de agua, dijo James Santistevan, coordinador de Emergencias del condado Niobrara.

No hubo reportes de heridos, dijo.

Personal de emergencia llevó agua potable mientras equipos trabajaban para restaurar los pozos que abastecen el sistema de agua en Lusk, dijo.

Además, cierres de caminos el jueves impidieron acceso al pueblo desde todas las direcciones. Lusk se ubica junto al usualmente pequeño río Niobrara.

«Tenemos muchos escombros, muchos daños», dijo Santistevan, que no pudo ofrecer un estimado de cuántas viviendas estaban dañadas.

Las autoridades abrieron más tarde una carretera hacia Lusk, pero solamente para tráfico local. Una decena de miembros de la Guardia Nacional fueron desplegados para ayudar, y la Cruz Roja abrió un albergue para una decena de residentes desplazados.

La tormenta se mantuvo sobre el área desde alrededor de las 9 p.m. hasta la medianoche del miércoles. En apenas una noche, el área recibió un tercio de las precipitaciones que usualmente tiene en un año.

Las inundaciones causaron el desplome de un puente sobre una línea de ferrocarril al norte del centro del pueblo.

La tormenta fue una de varias que azotaron el este de Wyoming y el Colorado Front Range el miércoles por la noche y el jueves por la mañana.

Lusk está a unos 400 kilómetros 250 millas al norte de Denver y es la sede del gobierno del condado Niobrara, el menos populoso en el estado menos populoso del país.

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