Por HAMZA HENDAWI y JOHN HEILPRIN
BAGDAD / AP

Fuerzas gubernamentales expulsaron el viernes a los combatientes de Estado Islámico de la ciudad petrolera de Beiji, al norte de Bagdad, en una victoria clave contra el grupo terrorista que la ONU dice ha negado alimentos y medicinas a centenares de miles de personas y escondido a sus combatientes entre civiles desde el inicio de la campaña aérea de una coalición internacional encabezada por Estados Unidos.
La reconquista de Beiji por el gobierno es el más reciente golpe contra el grupo yihadi, que ha perdido centenares de combatientes en los ataques aéreos contra sus fuerzas en el área de Kobani, Siria, y cuyo líder al parecer resultó herido en un ataque aéreo este mes.
Pero mientras pasa trabajos para mantener su impulso en los campos de batalla, ha redoblado sus esfuerzos para redefinirse como un califato islámico, con planes para lanzar su propia moneda en las vastas áreas que controla en Siria e Irak.
Soldados iraquíes respaldados por milicianos sunís levantaron el sitio del grupo extremista sobre la refinería de petróleo de Beiji, la más grande del país, e izaron la bandera roja, blanca y negra de Irak sobre las instalaciones.
Los funcionarios, contactados por teléfono desde Beiji, dijeron que el ejército advirtió por altoparlantes a los pobladores en la ciudad que permanecieran en sus casas mientras se detonaban las bombas ocultas en edificios y calles. Hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios.
La televisión estatal iraquí también informó de la «liberación de Beiji», citando a un alto comandante del ejército en el terreno, el general Abdul-Wahab al-Saadi.
Extremistas de Estado Islámico tomaron Beiji en una ofensiva por el norte y oeste del país. Las fuerzas iraquíes colapsaron ante el asalto pero desde entonces han logrado reagruparse parcialmente y pasar al ataque, con la recuperación de Beiji como su principal logro hasta la fecha.
Desde agosto, el ejército iraquí recibe el apoyo de ataques aéreos de una coalición encabezada por Estados Unidos contra posiciones del Estado Islámico en Irak y Siria.
Las dos fuentes dijeron que se libraron intensos combates en torno de la refinería y que aviones del ejército ametrallaron posiciones del Estado Islámico en torno de las instalaciones al norte de la ciudad. La refinería tiene capacidad para 320.000 barriles diarios, la cuarta parte de la refinación iraquí.
En Ginebra, un panel de la ONU que investiga crímenes de guerra en Siria dijo que sirios e iraquíes están sujetos a un «reino de terror» por el Estado Islámico, con el uso calculado de brutalidad pública y adoctrinamiento para asegurar el sometimiento de comunidades bajo su control.
Las conclusiones del panel de expertos independientes se basan en entrevistas con más de 300 personas que escaparon o viven en áreas controladas por el Estado Islámico y en evidencia fotográfica y de video.
El grupo se ha «convertido en sinónimo de violencia extrema dirigida contra civiles y combatientes capturados», dice el reporte.
Grupos humanitarios no han podido llegar a casi 600.000 personas que viven en las provincias sirias de Deir el-Zour and Raqqa, controladas por el Estado Islámico, dice el reporte, y el grupo ha obstruido el flujo de medicinas, médicos y enfermeras a la provincia de Hassakeh.

 

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