Por JEFF HORWITZ
WASHINGTON / AP

El gigantesco banco estadounidense Morgan Stanley ayudó a la empresa china Tianhe Chemicals a vender acciones por valor de 654 millones de dólares en una oferta pública en junio. Pero The Associated Press halló discrepancias significativas en las actas financieras accesibles al público y los estados financieros que Tianhe envió a sus inversionistas.
Las discrepancias ponen de manifiesto cómo Morgan Stanley orientó, promocionó y luego defendió a Tianhe —donde posee parcialmente un fondo de inversión— antes y después de que la compañía química se convirtiera en una gran oferta accionaria internacional. Si Morgan Stanley & Co. LLC y los otros suscriptores, Bank of America Merrill Lynch y UBS AG, no investigaron debidamente a Tianhe, podrían sufrir consecuencias para su reputación y también legales.
La controversia en torno a Tianhe es de importancia particular en momentos que los mercados financieros chinos se abren al mundo y entran cada vez más a las carteras accionarias de Estados Unidos, principalmente a través de fondos mutuos y de pensión.
Los inversionistas que no pueden realizar su propia investigación sobre el terreno de las empresas chinas confían en bancos de inversión como Morgan Stanley para que cumplan la función de cancerberos e impedir la entrada de compañías que tienen problemas.
Tianhe Chemicals Group Ltd. manufactura lubricantes y productos químicos complejos utilizados para encender fuegos y reforzar pantallas al tacto. La AP inició su propia investigación de la compañía al aparecer denuncias de un grupo furtivo de investigaciones financieras vinculado con personas que apostaban contra las acciones de Tianhe. El grupo dijo que la compañía había exagerado enormemente la magnitud y rentabilidad de su negocio.
Tianhe rechazó las denuncias y Morgan Stanley dijo que respalda «resueltamente el equipo gerencial de primera de Tianhe», pero desde entonces el precio de las acciones de la compañía ha caído en un 39%.
Investigaciones en Estados Unidos, Hong Kong, Shanghái y Jinzhou, donde Tianhe tiene su sede, indican que los temores de los inversionistas están justificados. Actas públicas, datos comerciales y visitas al lugar por la AP corroboraron en gran medida las denuncias principales de Anonymous Analytics, el grupo que atacó a Tianhe, y descubrieron información adicional. Las discrepancias afectan cuestiones tan fundamentales como la rentabilidad de Tianhe, las relaciones con sus clientes e incluso sus orígenes.

 

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