Por HAMZA HENDAWI
BAGDAD / AP

Presuntos insurgentes suníes llevaron a cabo ataques dentro y en las afueras de Bagdad el miércoles, matando a 17 personas – 11 de ellas soldados y policías- e hiriendo a otras 40 en tres ataques separados, dos de ellos atacantes suicidas, según funcionarios de la policía y hospitalarios.
El mayor de los atentados del miércoles se produjo en el distrito de Yusifiyah, al sur de Bagdad, donde un coche bomba explotó en un punto de control del ejército, matando a seis soldados e hiriendo a otras 16 personas, entre las que había 10 civiles.
Antes, en el barrio bagdadí de Mansur, un coche bomba próximo a un grupo de tiendas mató a seis civiles e hirió a otros 13. Minutos después, un suicida se inmoló en la entrada de una comisaría de policía cercana mientras los agentes se acercaban al lugar del primer ataque, matando a cinco e hiriendo a 10 más, todos policías.
Los funcionarios hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar con los medios.
The officials spoke on condition of anonymity because they were not authorized to speak to the media.
Nadie se atribuyó la responsabilidad de los ataques de inmediato, pero todos ellos tenían el sello del grupo extremista Estado Islámico, cuyos combatientes controlan alrededor de un tercio del país tras una agresiva campaña en el norte y oeste de Irak este año.
En otras partes de Irak, fuerzas gubernamentales respaldadas por milicianos chiíes siguen enfrentándose a la fuerte resistencia de los combatientes de Estado Islámico en Beiji, la localidad que acoge la refinería más importante del país, un día después de que los expulsasen del centro de la ciudad, dijo el miércoles un alto cargo del ejército contactado vía telefónica.
El militar dijo que los refuerzos habían llegado a Beiji, a 250 kilómetros (155 millas) al norte de Bagdad, para proteger zonas de la ciudad que ahora controla el gobierno. Edificios con artefactos trampa y bombas camineras están obstaculizando su avance hacia el norte y noroeste de la ciudad, donde se ubica la refinería.
El oficial habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a periodistas.
Es probable que el próximo objetivo de la campaña para expulsar a los insurgentes de Beiji sea levantar el sitio a la refinería, que está dentro de un complejo más grande y cuya capacidad de 320.000 barriles al día supone un cuarto de la producción total del país.
Cuando vuelva a estar totalmente en manos del gobierno, la estratégica localidad podría convertirse en la base para lanzar una nueva ofensiva para recuperar la localidad natal de Sadam Husein, Tirita, ubicada justo al sur y que es uno de los principales logros de la campaña extremista del pasado verano boreal.

 

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