Por LOLITA C. BALDOR
WASHINGTON
Agencia/AP

Los legisladores estadounidenses que regresan al Congreso la semana próxima debatirán un plan del presidente Barack Obama para expandir la misión estadounidense en Irak y despachar hasta mil 500 soldados a esa nación en guerra a un costo de 5 mil 600 millones de dólares.

Obama autorizó el emplazamiento de equipos de asesoramiento e instructores para apuntalar las fuerzas iraquíes en toda esa nación, incluso en la provincia occidental de Anbar donde arrecia la lucha contra los milicianos del grupo Estado Islámico. Su decisión tiene lugar tres días después de una elección desfavorable para el Partido Demócrata del presidente.

Sin embargo, el plan depende de que Obama consiga los fondos en el Congreso para que los asesores empiecen a movilizarse en Irak, particularmente en Anbar, donde tribus suníes han solicitado ayuda insistentemente.

El plan de Obama elevaría el número de soldados estadounidenses en Irak a 3 mil 100. Actualmente hay unos mil 400 de los mil 600 autorizados previamente.

El gobierno iraquí, algunos legisladores estadounidenses y otros han solicitado el despacho de soldados a Anbar, donde los extremistas han desencadenado un baño de sangre masacrando hombres, mujeres y niños.

El Congreso espera completar un proyecto de política de defensa y considerar la financiación para las operaciones en Irak junto con el pedido del gobierno de miles de millones de dólares para operaciones militares en el exterior. Los legisladores siguen presionando a la Casa Blanca para conocer detalles sobre cómo se invertirá el dinero.

El contralmirante John Kirby, secretario de prensa del Pentágono, dijo que los militares establecerán varios centros en Irak para entrenar nueve brigadas del ejército iraquí y tres brigadas de los curdos iraquíes. Los militares también establecerían dos centros de operaciones donde equipos reducidos de asesores trabajen con las fuerzas iraquíes.

Kirby dijo que uno de esos centros estará en la provincia de Anbar, donde los soldados estadounidenses lucharon contra los extremistas de al-Qaida en una guerra brutal entre 2004 y 2007, que costó más de 1.000 vidas estadounidenses y 9.000 iraquíes, sobre todo en las ciudades de Faluya y Ramadi.

Agregó que Estados Unidos también considera entrenar a algunas de las tribus suníes. En 2007, las tribus árabes suníes en Anbar unieron fuerzas con los estadounidenses y asestaron un golpe a los insurgentes en lo que muchos acreditan haber dado un giro al conflicto.

Los nuevos líderes iraquíes han comprometido mayor apoyo a las tribus suníes que el que les brindó el anterior gobierno chií, aunque Kirby dijo que no está claro si el gobierno de Bagdad les suministrará armas.

Kirby dijo que la expansión planeada se basa en un pedido de las autoridades iraquíes y la evaluación de los militares estadounidenses sobre el progreso militar en Irak. Los militares estadounidenses no participarán en combate sino que entrenarán a las fuerzas iraquíes en zonas protegidas en Irak.

Hasta ahora, los soldados estadounidenses habían estado confinados en general a Bagdad e Irbil. Kirby aclaró que unos 630 militares integrarán los equipos de asesoramiento y el resto desempeñará tareas de instrucción. Si el Congreso aprueba los fondos los estadounidenses podrían empezar a operar este mismo mes, aunque tardarán dos meses antes de tener listos los campos de entrenamiento y el proceso de instrucción tomará de seis a siete meses.

 

Artículo anteriorFIFA: el Mundial de Clubes sigue su curso a pesar de amenaza de ébola
Artículo siguienteInsurgente explica por qué ataca a ejército egipcio