Por Pablo Sanguinetti
Berlín / Agencia dpa

Un gran malentendido, cinco horas de vértigo y miles de personas sedientas de libertad se aliaron el 9 de noviembre de 1989 para lograr una hazaña que parecía imposible: tirar abajo el Muro de Berlín. El domingo se cumplen 25 años de una noche frenética que cambió la historia del mundo.

_Inter18_1a«Que se dieran al mismo tiempo todos los factores que llevaron a la caída del Muro fue un golpe de suerte increíble», resumió el director de la Fundación del Muro de Berlín, Axel Klausmeier, al comentar las circunstancias que llevaron al final del gran símbolo del mundo bipolar de la Guerra Fría.

Las ya célebres imágenes de berlineses trepados al Muro que los había dividido durante 28 años habrían parecido ciencia ficción a principios de 1989, cuando Erich Honecker, líder de la Alemania comunista (RDA), aún prometía: «El Muro seguirá ahí dentro de 50 o 100 años».

Pero a lo largo de ese año las políticas de reformas y transparencia impulsadas por Mijail Gorbachov en la Unión Soviética avanzaron al ritmo de una creciente demanda de libertad y democracia en la RDA, mientras miles de alemanes del este huían a occidente a través de Hungría, Polonia y Checoslovaquia.

En septiembre y octubre, decenas de miles se manifestaron primero en Leipzig y luego en otros puntos de la RDA clamando «Wir sind das Volk!» (¡Nosotros somos el pueblo!). Medio millón protestaron en la céntrica Alexander Platz de Berlín oriental el 4 de noviembre contra un sistema opresor y sin perspectivas.

La presión sobre la RDA se hizo insostenible. Honecker renunció el 18 de octubre y, en un intento de calmar los ánimos, el gobierno diseñó una nueva ley para dar permisos de viaje al exterior. Pero la supuesta solución terminó precipitando los hechos en cuestión de horas debido a una confusión ya histórica.

Günter Schabowski, miembro del politburó de la RDA, comentó la nueva ley de viajes en una rueda de prensa la tarde del 9 de noviembre. Ante la pregunta de cuándo entrarían en vigor los permisos, Schabowski buscó contrariado en sus papeles y, sin ver la fecha correcta (10 de noviembre), improvisó: «Según entiendo, de inmediato».

«Creíamos que permitiendo los viajes al extranjero salvaríamos a la RDA», explicó a la agencia dpa el propio Schabowski 20 años después de esa histórica tarde. Su anuncio adelantado por error logró justo lo contrario.

El titular «la RDA abre sus fronteras» copó de inmediato cables de noticias e informativos de la televisión tras la rueda de prensa a las 19:00 horas. Un mar de personas salió a la calle y se dirigió a un paso fronterizo esperando cruzar al Berlín occidental.

Sin órdenes claras y ante una masa de 20 mil personas que gritaba «¡Abran el portal!», los guardias del cruce de la calle Bornholmer dejaron pasar a un primer grupo sin disparar un tiro. A las 23:40 horas, la RDA daba la orden de abrir todos los pasos fronterizos de Berlín.

El Muro tendido la madrugada del 13 de agosto de 1961 para frenar el masivo éxodo a occidente caía también de noche y de forma casi casual: no por un plan calculado o negociado entre líderes políticos, sino por una población que reaccionó eufórica al anuncio de una apertura de fronteras que, en realidad, nunca tuvo lugar.

_Inter18_1cUnas 20 mil personas se lanzaron a ver el oeste por primera vez, entre ellas una joven Angela Merkel de 35 años. Otros treparon al Muro en imágenes que dieron la vuelta al mundo. El símbolo de la opresión que había torcido millones de destinos y había costado la vida de al menos 138 personas por intentar cruzarlo se convertía súbitamente en motivo de fiesta.

La caída del «Muro de la vergüenza» tuvo consecuencias globales e inmediatas. Además de simbolizar el derrumbe del bloque soviético y el fin de la Guerra Fría, posibilitó la reunificación alemana un año más tarde de la mano del canciller cristianodemócrata Helmut Kohl y dejó vía libre a la Europa unida de hoy.

También planteó a Alemania enormes retos económicos y sociales aún candentes: los «paisajes floridos» prometidos por Kohl en la antigua RDA no llegaron y muchos de sus ciudadanos se sintieron pronto defraudados. El este sigue siendo hoy más pobre y tiene mayor desempleo que el oeste 25 años después de la caída del Muro.

Alemania recordará el aniversario el domingo con una gran fiesta junto a la Puerta de Brandeburgo, emblema de la reunificación, y un amplio programa de conciertos y conferencias que reunirán a cientos de miles de personas durante todo el fin de semana.

El infranqueable Muro de cemento quedó además reemplazado por una línea de 8 mil globos iluminados que forman una extraña «frontera luminosa». El domingo serán soltados y se elevarán hasta perderse en el cielo. Un símbolo de que la división de Berlín ya sólo es un mal recuerdo.


LAS ÚLTIMAS HORAS

Miles de berlineses se fundieron en un abrazo la noche del 9 de noviembre de 1989 al ver caer el Muro que había dividido la ciudad y el mundo durante más de 28 años. Un protocolo de las horas que precipitaron hace 25 años un acontecimiento que cambió la historia:

9 DE NOVIEMBRE

18:53 horas: La caída del Muro parece una posibilidad aún lejana cuando Günter Schabowski, miembro del Politbüro de la Alemania comunista (RDA), anuncia en una rueda de prensa que el gobierno permitirá viajes privados al extranjero.

La medida busca descomprimir la demanda social de reformas. Pero un periodista pregunta cuándo entran en vigor los nuevos permisos y Schabowski responde titubeando: «Según entiendo, de inmediato». La norma estaba prevista en realidad a partir del día siguiente.

19:04 horas: La agencia dpa envía un cable urgente anunciando: «Los ciudadanos de la RDA pueden emigrar por todos los pasos fronterizos de forma directa y desde este momento».

20:00 horas: El informativo de la cadena pública ARD comienza con el titular: «La RDA abre sus fronteras». El Parlamento de la Alemania occidental interrumpe su sesión. En la RDA, el comité central del partido único SED termina una reunión sin percatarse de lo ocurrido en la rueda de prensa de Schabowski.

21:20 horas: Miles de personas que fueron saliendo a la calle ya desde la conferencia de Schabowski se reúnen ante el paso fronterizo de la calle Bornholmer. Sin órdenes claras y sorprendida por la situación, la guardia fronteriza permite a algunos pasar al oeste invalidando su pasaporte, una «expatriación» de facto. Los primeros berlineses del este cruzan el Muro y son recibidos en el oeste con lágrimas y abrazos.

21:34 horas: El presidente de Estados Unidos, George Bush, reacciona con prudencia a las noticias que llegan de Berlín. En una rueda de prensa se muestra «encantado», pero responde meditativo y cauto.

23:00 horas: Aumenta la presión en el cruce de la calle Bornholmer, donde miles de personas gritan: «¡Abajo el Muro!». Sin disparar un tiro, los oficiales del cruce abren las barreras y suspenden los controles. En los 45 minutos siguientes cruzan al oeste alrededor de 20.000 ciudadanos de la RDA.

23:50 horas: El canciller alemán, Helmut Kohl, ofrece una rueda de prensa durante su visita a Varsovia y anuncia que interrumpe su viaje a Polonia. Al día siguiente vuela a Berlín.

10 DE NOVIEMBRE:

00:02 horas: El informe de situación de la policía de la RDA señala que los ocho pasos fronterizos de Berlín están abiertos.

Desde la 1:00: Miles de berlineses del este y el oeste se unen ante la emblemática Puerta de Brandeburgo y trepan al Muro. Otros bailan y celebran en las cercanías. La policía de los dos Berlines vuelve a cerrar el acceso hacia las 3:30 horas.

8:00 horas: La RDA comienza a emitir permisos o visados para los viajes al oeste. Hasta el 11 de noviembre a las 13:00 horas se entregan 2,7 millones de visados.

9:30 horas: El alcalde de Berlín, Walter Momper, pronuncia un discurso en Bonn, capital de la Alemania occidental, en el que resume la sensación que recorre todo el país: «Anoche el pueblo alemán fue el pueblo más feliz del mundo».


CIFRAS Y DATOS

El Muro de Berlín simbolizó la división de Alemania y el mundo bipolar de la Guerra Fría durante más de 28 años hasta su caída el 9 de noviembre de 1989, hace ahora 25 años. Algunas cifras y datos clave:

FECHAS

– El gobierno de la Alemania comunista (RDA) comenzó a cercar la frontera de Berlín occidental a partir de la 1:00 de la noche del 13 de agosto de 1961. La división terminó con la apertura de los pasos fronterizos de Berlín la noche del 9 de noviembre de 1989. El Muro estuvo en pie 28 años, dos meses y 27 días.

ESTRUCTURA Y DIMENSIÓN

– El Muro se extendía por 155 kilómetros de la frontera entre Berlín occidental y el territorio de la RDA, 43 de los cuales se encontraban en la ciudad de Berlín. Su trazado cortó 12 líneas de transporte suburbano y 193 calles.

– Hasta su caída no dejó de reforzarse. En su última versión medía 3,6 metros de altura y estaba resguardado por 302 torres de vigilancia, 11 mil 500 soldados, una valla metálica, una cerca de púas, cientos de perros adiestrados y protecciones antitanque.

– Existían ocho controles entre el este y el oeste de Berlín. El primero que permitió el paso de ciudadanos de la RDA al Berlín occidental fue el situado en la calle Bornholmer.

VÍCTIMAS

– El Muro dejó 138 víctimas mortales confirmadas. Un total de 600 perdieron la vida intentando cruzar la frontera entre las dos Alemanias.

– Günter Litfin, un joven de 24 años, fue la primera víctima del Muro al ser abatido a tiros cuando intentaba huir a Berlín occidental, donde tenía su casa y trabajo, el 24 de agosto de 1961, apenas 11 días después de que se levantara el Muro.

– La última víctima fue Chris Gueffroy, muerto por disparos de los guardias del Muro el 6 de febrero de 1989, nueve meses antes de la caída.

FUGAS

– Desde su fundación en 1949, más dos millones y medio de personas huyeron de la RDA. Cerca de 1,6 millones lo hicieron a través de Berlín.

– Desde 1961 a 1989, con el Muro en pie, sólo 5 mil 075 personas lo lograron. Pero trataron de hacerlo más de 100 mil.

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