ATLANTA
Agencia AP
Una enfermera estadounidense que contrajo ébola al tratar a un enfermo dijo que en ese momento carecía de capacitación para protegerse. «La primera vez que vestí equipo protector fue para atender al paciente», dijo Amber Vinson en entrevista con la cadena de televisión NBC emitida hoy.
Vinson estuvo entre los 70 médicos y auxiliares que atendieron al liberiano Thomas Eric Duncan en el hospital Texas Presbyterian de Dallas. Examinado en la sala de emergencias y enviado a casa el 26 de octubre, Duncan regresó dos días después y se le diagnosticó ébola. Murió el 8 de octubre.
«No recibimos mucho entrenamiento para ponernos y quitarnos el equipo protector, hasta que nos sentimos cómodos con él», dijo Vinson. «Yo no lo tuve, y creo que es muy importante para hospitales de todo el país, grandes y pequeños».
Vinson voló el 13 de octubre en un avión comercial de Cleveland a Dallas, un día antes de experimentar los primeros síntomas del virus. Dijo en la entrevista del jueves que controló su temperatura y habló con autoridades sanitarias antes de volar. Añadió que las noticias de que se sintió mal durante el vuelo eran falsas.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta han reconocido que no se le impidió volar. El director Tom Frieden reconoció luego que fue un error.
«Yo jamás violaría las normas o límites o una instrucción del CDC de que no puedo ir o volar», dijo Vinson en la entrevista.
Vinson atendió a Duncan el 30 de septiembre, el día que dio positivo para ébola, de acuerdo con la historia clínica que la familia Duncan entregó a The Associated Press. El informe observa que Vinson llevaba equipo protector, máscara, traje para el manejo de materiales peligrosos y calzado protector. En ese momento, los fluidos orgánicos de Duncan eran altamente contagiosos. Vinson le introdujo un catéter.
Dijo que empezó a temer al enterarse de que otra enfermera que había tratado a Duncan, Nina Pham, posiblemente tenía ébola.
«Estaba angustiada», dijo. «Temía por mí y por mi familia porque en todo momento cumplí con las instrucciones que me dieron y pensé que si Nina se contagiaba, cualquiera de nosotros podía contagiarse».
Vinson dijo el jueves que se siente bien, aunque en ocasiones cansada. Preguntada si estaría dispuesta a tratar a otro enfermo de ébola, dijo, «claro que sí».