Por Ana Lázaro Verde
Madrid,
Agencia AP
La auxiliar de enfermería española que superó el ébola, Teresa Romero, salió hoy del hospital de Madrid en el que permaneció durante casi un mes y agradeció ante los medios el trabajo del equipo médico que la atendió.
«Han demostrado que tenemos la mejor Sanidad del mundo. Son profesionales que, a pesar de la nefasta gestión política, son capaces de obrar milagros. Yo soy uno de ellos», destacó emocionada.
La sanitaria, de 44 años, compareció por primera vez públicamente arropada por su marido y por sus compañeros, que le brindaron un gran aplauso y corearon su nombre.
«Si mi contagio sirve para algo, para conocer más la enfermedad, o si mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy hasta quedarme seca», expresó.
Romero es la primera persona que se contagió del ébola fuera de África. Su caso se confirmó el 6 de octubre y despertó un gran revuelo en el país.
La auxiliar de enfermería se infectó del virus en septiembre al atender a uno de los dos misioneros españoles que fueron repatriados ya enfermos desde África y que falleció en Madrid a los pocos días.
Romero aseguró que no guarda «rencor ni reproches» contra dirigentes políticos como el máximo responsable de Sanidad de la región de Madrid, quien la acusó de haber mentido y le responsabilizó de su propio contagio.
«Yo no sé qué falló, ni siquiera sé si falló algo», puntualizó hoy.
Su marido, Javier Limón, que también permaneció aislado de forma preventiva en el hospital durante varias semanas, ya anunció hace días que va a emprender acciones legales contra las autoridades.
Hoy, Limón tuvo un recuerdo para el perro de la pareja, Excálibur, que fue sacrificado contra su voluntad cuando se conoció la infección de Romero bajo el argumento de evitar posibles contagios.
«Fue ejecutado (…) y ni siquiera se comprobó que estuviera afectado», denunció mientras su esposa lloraba a su lado, sin poder hablar de la mascota por la emoción. Poco antes de la comparecencia de Romero, el equipo sanitario que la atendió celebró «la gran noticia» de su alta ante los medios tras un mes que calificaron de «complicado» y en el que hubo algunos «momentos críticos».
Los médicos explicaron que la auxiliar de enfermería podrá hacer vida normal tras recibir el alta y que no supone ya «ningún riesgo de contagio» para las personas que la rodean.
Además de Romero, casi una veintena de personas permanecieron aisladas en el Hospital Carlos III de Madrid por haber mantenido contacto con ella desde que tuvo los primeros síntomas hasta que fue hospitalizada. Todos recibieron el alta la semana pasada sin haber contraído el virus.
Los sanitarios que los atendieron denunciaron hoy «coacciones» y rechazo por parte de algunas personas de su entorno, que pudieron temer contagiarse de la enfermedad.
Pese a ello, y a que tendrán que vigilar en los próximos días la posible aparición de síntomas y su temperatura corporal, médicos y enfermeros valoraron la experiencia de forma «positiva» y se felicitaron por el buen funcionamiento del equipo y por los resultados.
Según los plazos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y si no aparece ningún otro caso de ébola en España, el 2 de diciembre se podrá confirmar definitivamente que el país está libre del virus.