BERLÍN
Agencia AP

El conflicto ha dejado más de 3 millones de refugiados sirios, la mayoría de los cuales ha huido a países vecinos. Otros seis millones se han visto desplazados dentro de Siria.

Líbano, con una población de apenas 4,5 millones de personas, ha recibido a unos 1,1 millones de refugiados. Su primer ministro, Tammam Salam, dijo en una conferencia en Berlín de ministros de Exteriores y otros representantes de 40 países que la situación actual es insostenible.

Además de poner una gran presión sobre los hospitales, escuelas y otras instituciones del estado, la llegada de los desplazados también quita empleos a los trabajadores libaneses, añadió, lo que crea resentimiento.

«La llegada masiva de sirios a comunidades pobres en absoluto preparadas para lidiar con una carga tan repentina ha tenido un efecto desestabilizador, con una serie de desafíos y amenazas que suponen terreno fértil para el extremismo y la violencia», señaló.

Jordania alertó de problemas similares, mientras que el canciller turco, Naci Koru, indicó que su país gastó por ahora unos 4 mil millones de dólares en atender a los refugiados sirios, y recibido tan sólo 250 millones de dólares de la comunidad internacional.

El ministro alemán de Exteriores, que organizó la conferencia del martes, dijo que además de suavizar las penurias a las que se enfrentan los propios refugiados, debía prestarse atención en la inversión internacional en hospitales, escuelas, suministros de agua y de gestión de residuos en los países vecinos.

«Ésta no es sólo una cuestión de más dinero», afirmó. «También debemos emplear la financiación de forma más efectiva y sostenible».

El canciller señaló que Alemania ha recibido a unos 70 mil sirios desde 2012, pero hay que hacer más.

«Oímos la llamada de los países receptores de reducir el número de refugiados», dijo.

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