DAMASCO,
Agencia AP
Omran al-Zubi dijo a la televisión siria anoche que un avión de su fuerza aérea había bombardeado los jets cuando iban a aterrizar en la base aérea de Jarrah, en el campo en el oeste de la provincia de Alepo. Añadió que los insurgentes habían podido esconder un tercer avión, que la aviación siria está buscando ahora.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, había dicho antes que insurgentes del grupo Estado Islámico volaron tres aviones de combate MiG sobre la base aérea de Jarrah con ayuda del ex pilotos del ejército iraquí que ahora forman parte del grupo extremista. La información no pudo ser confirmada de forma independiente y funcionarios de Estados Unidos dijeron que no tenían reportes de insurgentes haciendo volar aviones.
Se sabe que el grupo tiene aviones de combate incautados en por lo menos una base aérea que tomaron del ejército sirio en la provincia de Raqqa a principios de este año. Sitios web insurgentes habían publicado fotografías de combatientes de Estado Islámico con las aeronaves, pero no estaba claro si estaban en funcionamiento.
Al-Zubi describió la aeronave como Antigua y sugirió que ya no era útil como equipamiento militar.
Rami Abdurramán, director del Observatorio, dijo el miércoles que no tenía confirmación de que la aviación siria hubiese destruido ninguno de los aviones. El grupo recopila información de una red de activistas dentro de Siria.
En la entrevista, Al-Zubi acusó a Turquía de utilizar la noticia sobre la incautación de los aviones para ayudar a presionar para la creación de una zona de exclusión aérea en el país. Añadió que Kobani, defendida por combatientes curdos del ataque de Estado Islámico, es una ciudad siria y que la zona de exclusión aérea en una «línea roja».
Mientras, funcionarios y médicos curdos dijeron que creen que insurgentes de Estado Islámico liberaron algún tipo de gas tóxico en un distrito de la parte este de Kobani.
Aysa Abdullá, una alta funcionaria curda en la ciudad, dijo que el ataque tuvo lugar el martes por la noche, y que un número de personas sufrió síntomas que incluyeron mareos y ojos llorosos. Ella y otros funcionarios dijeron que los médicos en Kobani carecían de los equipos necesarios para determinar la naturaleza de los productos químicos empleados.
Los reportes no pudieron ser confirmados de forma independiente. Funcionarios curdos ya hicieron afirmaciones similares con anterioridad.