Por ANDREA RODRIGUEZ
LA HABANA / Agencia AP
«Tengo la convicción de que si esta amenaza no se frena y resuelve en África occidental con una respuesta internacional inmediata y eficaz con recursos suficientes, coordinada por la Organización Mundial de la Salud y la Organización de Naciones Unidas, puede convertirse en una de las pandemias más graves de la historia de la humanidad», dijo el presidente Raúl Castro al inaugurar la cumbre especial de Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
El ALBA es un mecanismo regional que integra a casi una docena de países de América Latina y el Caribe y fue creado hace una década por países con gobiernos de izquierda -encabezados por Cuba y Venezuela- como una forma de oponerse a la influencia política de Estados Unidos.
La cumbre fue inicialmente convocada por el mandatario venezolano Nicolás Maduro con el objetivo de prevenir el avance de la epidemia de ébola en Latinoamérica y apoyar a las naciones africanas.
Castro pidió, sin embargo, olvidar las diferencias ideológicas para hacer frente al flagelo.
«Consideramos que debe evitarse cualquier politización de ese grave problema que nos desvíe del objetivo fundamental que es la ayuda en el enfrentamiento a esta epidemia», expresó Castro en su discurso inaugural, al tiempo que aseguró que «Cuba está dispuesta a trabajar codo con codo con todas los países, incluyendo los Estados Unidos».
El objetivo de la cumbre es coordinar un protocolo para prevenir la enfermedad en la región y canalizar el apoyo a África, pero el foro no incluye a muchos de los países de la región con gobiernos menos afines al mecanismo como Colombia y México.
Cuba envió las últimas semanas 165 médicos a África para contribuir a combatir la epidemia que dejó miles de muertos y ha comenzado a extenderse a otras regiones del mundo y Castro reiteró en la reunión que otro grupo de galenos y enfermeras se preparan para viajar en un segundo contingente.
Los esfuerzos de Cuba fueron ampliamente comentados y le dio mucha visibilidad a uno de los sectores que la isla suele lucir como uno de las más eficientes de su modelo, la salud.
En Washington, el secretario de Estado John Kerry reconoció el aporte de Cuba y la mencionó como una de las «naciones grandes y pequeñas que están participando en formas impresionantes para hacer una contribución en el frente».
Entre los países que enviaron líderes o funcionarios a Cuba se encuentran además de Venezuela, Haití, Bolivia, Ecuador, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Nicaragua; así como organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud.
Jorge Pérez, director del Instituto de Medicina Tropical «Pedro Kourí» de Cuba, dijo el viernes a The Associated Press que espera que la cumbre genere algunos recursos económicos y humanos que puedan ser enviados a los países africanos azotados por la epidemia.
Hasta la fecha no se reportaron casos de ébola en América Latina y el Caribe pero organismos de salud mundial que monitorean el brote epidémico dijeron que ningún país está exento de la enfermedad mortal.
La OMS señaló que dentro de dos meses podrían presentarse cada semana 10.000 casos nuevos de ébola en África occidental, un aumento dramático respecto de los 9.000 totales reportados hasta ahora.