Por ALBERTO ARCE y CHRISTOPHER SHERMAN
MÉXICO /Agencia AP
Sidronio Casarrubias Salgado, señalado como líder de la organización Guerreros Unidos, fue arrestado el jueves en una carretera de salida de la capital del país junto con uno de sus operadores más cercanos, dijo el jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría, Tomás Zerón.
Entretanto, el procurador general Jesús Murillo Karam confió en que su captura permita avanzar en las investigaciones para conocer qué sucedió con los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa, cuyo paradero se desconoce desde hace tres semanas.
«Pienso que la detención que hoy tenemos es el principio de una nueva ruta de investigación que nos pueda acercar mucho más pronto y más fácilmente a la verdad», dijo.
El procurador añadió que Casarrubias niega haber dado la orden de desaparecer o asesinar a los estudiantes, pero fue informado de la situación y no se opuso.
El líder de los Guerreros Unidos calificó los hechos en torno a los estudiantes como «casuales» según el funcionario.
Casarrubias también reconoció que pagaba la totalidad de los salarios de las policías municipales tanto de Iguala, donde ocurrió la desaparición, como de la localidad vecina de Cocula, que ascendían a 600 mil pesos al mes (unos 45 mil dólares).
Murillo añadió que hasta ahora han sido detenidos 36 policías de Iguala y Cocula. También se ha arrestado a 17 presuntos miembros de los Guerreros Unidos y se están ofreciendo recompensas «muy altas» por información sobre los hechos, aunque no especificó el monto.
Los responsables de la investigación aseguran tener indicios respecto al motivo por el cual se ordenó el ataque contra los estudiantes y su posterior desaparición pero declinó comentarlos con la prensa.
«Déjenme que ese tema lo dejemos para el final», dijo Murillo.
El anunció ocurrió horas después de que miles de manifestantes tomaron las calles del puerto turístico de Acapulco para exigir la localización de los estudiantes.
Las autoridades han dicho que los alumnos fueron detenidos por los policías y entregados a Guerreros Unidos, grupo creado a raíz de una división al interior del cártel narcotraficante de los hermanos Beltrán Leyva.
Los 43 estudiantes desaparecieron el 26 de septiembre de Iguala, una localidad del estado sureño de Guerrero, luego de que policías municipales y civiles armados atacaran los camiones en los que se trasladaban y mataran a seis personas, tres de ellos alumnos de la Normal.
En Acapulco, un puerto de Guerrero y desde donde suele despachar el gobernador estatal Angel Aguirre, miles de manifestantes marcharon encabezados por familiares de los alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa.
«Ya queremos que nos traigan a los hijos», dijo un hombre de 57 años, quien señaló que su hijo Carlos de 19 años está entre los desaparecidos, pero evitó dar su nombre por temor a represalias.
«Es mucho tiempo, estamos desesperando ya», añadió el hombre sobre un caso que ha indignado a diversos sectores dentro y fuera de México.
Los familiares encabezaron en silencio la marcha con las fotografías y los nombres de los estudiantes, y los manifestantes sólo rompieron el silencio para llamar asesino a Aguirre, el gobernador.
La policía no se presentó durante la movilización.
«Exigimos que el gobernador nos los entregue», dijo Clemente Rodriguez Moreno, de la ciudad de Tixtla y uno de los padres que salió de madrugada de la escuela en la que estudiaba su hijo Cristian Alfonso Rodriguez, de 19 años, uno de los desaparecidos. Para él se trata de la tercera marcha de la semana.
El alcalde de Iguala, José Luis Abarca, y su esposa, Maria de los Ángeles Pineda, también son buscados por su presunta participación o conocimiento de la desaparición.
Murillo Karam dijo que también se ha emitido una alerta de búsqueda internacional contra la pareja.
Dos hermanos de Pineda tenían vínculos con el grupo de Guerreros Unidos.
Hace un par de semanas se localizaron fosas clandestinas en Iguala con restos humanos, aunque las autoridades han dicho que según las pruebas hechas hasta ahora ninguno corresponde a alguno de los estudiantes.
Las autoridades federales, incluido el presidente Enrique Peña Nieto, han insistido en repetidas ocasiones en que trabajan para localizar a los desaparecidos.
La movilización del viernes se suma a las protestas que se extienden desde Guerrero al Distrito Federal. En la localidad de Chilpancingo se prendió fuego a las instalaciones del congreso estatal y en la capital del país miles de universitarios marcharon y protestaron en solidaridad con sus compañeros desaparecidos.