Madrid,
Agencia dpa

Según informó hoy una portavoz de su familia, Teresa Romero toma líquido desde el martes por la noche, se levanta ya de la cama para sentarse en un sillón y ha hablado por teléfono con su marido, que se encuentra ingresado en el mismo hospital de Madrid bajo observación hasta saber si se ha contagiado del virus.

En la conversación telefónica, Romero preguntó por el perro de ambos, Excálibur, pero su esposo no le dijo que fue sacrificado la semana pasada por orden de las autoridades y en contra de su deseo.

El caso del can acaparó los titulares de la prensa española e internacional por la campaña de los defensores de los animales para intentar evitar que lo mataran.

«Hay optimismo de que pueda superar la enfermedad», manifestó la portavoz de la familia a las puertas del hospital en el que la auxiliar de enfermería ingresó el 6 de octubre. Los médicos «tienen esperanza», dijo.

El comité especial para la gestión del virus creado por el gobierno de Mariano Rajoy señaló hoy que «se mantiene estable, dentro de su estado clínico grave».

Los médicos ya avanzaron el martes una «leve mejoría clínica», justo el día en el que pasaba la barrera de los 15 días -la paciente comenzó a tener fiebre el 29 de septiembre-, un punto temporal que da esperanza al equipo médico.

Entrentanto, en España surgió cierta preocupación al conocerse la petición de Estados Unidos de utilizar bases en Andalucía, en el sur del país, para las escalas de aviones militares en misiones en África.

«La gente que viaje en esos aviones no estará envuelta en el cuidado de los enfermos», puntualizó hoy el embajador del país norteamericano en Madrid, James Costos.

El Ejecutivo de Rajoy aún no ha respondido a la petición.

«No estaría dedicado a transportar enfermos ni nada que ver con el ébola, sería un fin logístico», manifestó la delegada del gobierno en Andalucía, Carmen Crespo.

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