Barcelona,
Agencia dpa
Su plan es aprovechar las competencias que el Ejecutivo regional tiene en participación ciudadana para celebrar «una consulta anticipada a la definitiva» que no tendría validez y, según sus resultados, abrir la puerta unas elecciones en clave plebiscitaria en la región. «Del público dependerá que haya una participación lo suficientemente clara para que se note que la gente quiere una consulta definitiva con todas las garantías», dijo el presidente catalán en una rueda de prensa celebrada en el Palau de la Generalitat de Barcelona, sede del gobierno catalán.
«Si Cataluña quiere resolver este asunto con seriedad, no tendrá más remedio que recurrir a este instrumento, unas elecciones (…) con lista conjunta y programa conjunto, de forma que el voto se interprete en el mundo entero como la victoria o la derrota», explicó.
Mas garantizó que el 9 de noviembre habrá locales de votación y «miles de urnas» para que los catalanes puedan expresar su opinión sobre el futuro político de Cataluña.
La pregunta será la misma que se planteó para la consulta original: «¿Quiere que Cataluña sea un Estado? En caso afirmativo, ¿quiere que este Estado sea independiente?»
El presidente de la región mantuvo el lunes una reunión de siete horas con los partidos catalanes que apoyan el referéndum suspendido por el Constitucional, a los que anunció su intención de renunciar a éste en los términos establecidos en la convocatoria.
«No están de acuerdo con la estrategia que va a seguir el gobierno pero dijeron que la apoyarán», señaló Mas. «Yo hubiera querido mantener la hoja de ruta con el máximo consenso político, eso no es posible al cien por cien».
