Washington,
Agencia dpa
Insulza expresó su profunda consternación por la desaparición y posible matanza de 43 estudiantes en el sur de México.
El secretario general recordó a través de un comunicado que, según declaración de sicarios confesos, algunos de los estudiantes desaparecidos habrían sido ejecutados por orden del crimen organizado en los alrededores de Iguala, estado de Guerrero, México.
El máximo representante de la OEA pidió el esclarecimiento de «un asesinato tan inhumano como absurdo». Y señaló que el fenómeno de la violencia criminal de los narcotraficantes que afecta a los países de las Américas, «sólo se puede combatir de manera conjunta».
Insulza manifestó su apoyo al gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto en su decisión de no permitir que «este brutal crimen quede sin el castigo de la justicia».
Destacó además «la urgencia de alcanzar mecanismos de trabajo conjunto por parte de los gobiernos de la región para luchar contra el poder del narcotráfico, capaz de asesinar, corromper y aterrorizar a los pueblos del continente».
Los estudiantes desaparecidos pertenecen a la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, una escuela de formación de maestros de educación primaria que está ubicada en una zona de escasos recursos en el estado de Guerrero.
Los alumnos habían ido a Iguala para recolectar fondos y pretendían trasladarse hacia Chilpancingo, capital del estado, cuando fueron interceptados y atacados por los policías el 26 de septiembre.
Policías municipales y miembros del cártel de los Guerreros Unidos son señalados como los responsables de la desaparición, así como del asesinato de seis personas, entre ellas tres estudiantes, en ataques a tiros.
Aunque oficialmente no se ha confirmado la muerte de los estudiantes, el gobernador del estado de Guerrero, Ángel Aguirre, dijo ayer que algunos fueron matados a golpes y otros fueron calcinados «después de que los ejecutaron». Todavía debe verificarse la identidad de los fallecidos.
