POR REDACCIÓN LA HORA
AP y DPA
Abu Qatada y al-Maqdisi han calificado ciertas prácticas del grupo como antiislámicas. Esto los convierte, según algunos analistas, en piezas valiosas para la campaña jordana contra el Estado Islámico, que se cree ha ganado miles de partidarios en el país. Las autoridades dicen que su liberación —al-Maqdisi en junio, Abu Qatada a mediados de septiembre— no tuvo nada que ver con la política.
Pero la franqueza de los clérigos muestra cómo la lucha contra el grupo liderada por Washington está trastornando algunas de las viejas concepciones prevalecientes en el Medio Oriente. El meollo del asunto es que algunos gobiernos árabes ven en el Estado Islámico una amenaza existencial, lo que ha dado lugar a alianzas inéditas y trocado las prioridades nacionales.
Viejos enemigos como Estados Unidos e Irán se encuentran frente a un enemigo común, tal como sucede con los árabes y curdos de Irak, que rara vez se ponen de acuerdo en algo. Estados árabes enfrentados como Catar y sus vecinos del Golfo Pérsico han dejado de lado sus diferencias, al menos temporalmente, para enfrentar a los extremistas.
Los otrora rivales «ven al Estado Islámico a través de un lente similar, como una amenaza a sus intereses de seguridad nacional», dijo Fawaz Gerges, un especialista en movimientos islámicos radicado en Londres.
«Esto expresa en qué medida el Estado Islámico ha reconfigurado la seguridad regional y la seguridad global», acotó.
COALICIÓN PODEROSA
La coalición ha crecido rápidamente desde que Estados Unidos lanzó los primeros ataques aéreos contra blancos del Estado Islámico en Irak el 8 de agosto, seguidos por los bombardeos en Siria a partir del 21 de septiembre.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Jordania han participado en los ataques en Siria; Catar provee una base aérea usada por la coalición. Francia, Holanda, Dinamarca, Bélgica y Gran Bretaña son algunos de los países europeos que se han sumado a los esfuerzos de Estados Unidos para atacar al grupo en Irak.
El cambio acaso más dramático en las alianzas se ha producido en Siria, desgarrada por una guerra civil entre las fuerzas del presidente Bashar Assad y los rebeldes encabezados por suníes, entre los cuales hay combatientes del Estado Islámico y de la filial local de Al-Qaeda, el Frente Nusra.
Hace un año, el gobierno del presidente Barack Obama parecía estar a punto de atacar blancos del gobierno en Siria luego de acusar a Assad de atacar con armas químicas varias zonas en poder de los rebeldes en las afueras de Damasco. Ahora Assad podría beneficiarse con los ataques aéreos contra sus enemigos más implacables, que por el momento evitan alcanzar a las fuerzas del gobierno.
Arabia Saudita y Catar están entre los partidarios más activos de la oposición armada contra Assad, pero ahora son parte de la coalición que parece darle ayuda militar, aunque no sea su intención. No está claro cuánto tiempo están dispuestos a hacerlo.
«Lo que mantiene unida a la coalición es la resolución, determinación y liderazgo de Estados Unidos. Pero no debemos darlo por sentado», expresó Salman Shaij, director del centro Doha del instituto de estudios Brookings Institution en Catar.
La participación de Catar es significativa. Ha sufrido presiones políticas debido a su respaldo a grupos islamistas como la Hermandad Musulmana, sus lazos con Hamas y por no hacer más para eliminar la financiación privada de los milicianos del Estado Islámico (también conocido como Estado Islámico para Irak y el Levante).
Ahora está aliado con tres vecinos del Golfo que meses atrás retiraron sus embajadores en protesta por lo que consideraban la intromisión y el apoyo catarí a los islamistas. Aunque los diplomáticos no han regresado, parece que la amenaza del Estado Islámico es más apremiante.
La nueva lucha antiterrorista no ha llevado al Washington a cejar en sus esfuerzos contra otras amenazas a largo plazo a sus intereses. Todavía está impulsando un acuerdo nuclear con Irán y atacando las fuentes de financiación de Jezbolá y Hamas.
COLABORACIÓN ENTRE ENEMIGOS
Pero ante la prioridad de destruir el grupo Estado Islámico, surgen nuevas oportunidades para la colaboración indirecta, incluso con enemigos jurados.
Funcionarios estadounidenses e iraníes han discutido cómo enfrentar a los extremistas suníes, aunque niegan que exista cooperación directa.
En una señal de coincidencia de los intereses iraníes y norteamericanos, Irán informó la semana pasada que uno de sus generales de mayor graduación y 70 soldados ayudaron a los combatientes curdos a defender Irbil, la capital de la región autónoma curda en el norte de Irak. En la ciudad hay un consulado estadounidense y varias compañías occidentales, y la presencia de milicianos del Estado Islámico en las afueras provocó ataques aéreos estadounidenses en agosto.
La poderosa milicia libanesa Jezbolá ha utilizado la amenaza del Estado Islámico para justificar el envío de combatientes a Siria a luchar con las fuerzas de Assad. El líder de Jezbolá, Hasán Nasrala, dice que con ello se ha evitado la penetración del Estado Islámico en el Líbano.
CONTINÚA AVANCE
Desde hace días, los kurdos sirios sienten en carne propia el avance y los ataques de la milicia terrorista Estado Islámico. Los yidahistas se encuentran cada vez más cerca de la ciudad de Kobane, en el norte de Siria.
A diario llueven decenas de granadas en la ciudad kurda situada junto a la frontera con Turquía. Al mismo tiempo, la milicia islámica siembra terror exhibiendo imágenes de sus armas a través de Internet. Muestran a sus oponentes y al mundo entero sus tanques, artillería pesada y combatientes, dispuestos a cualquier cosa.
Son manifestaciones habituales de la milicia terrorista que se ha convertido desde hace tiempo en un peligro para todo el mundo. Hasta ahora, los ataques aéreos de la coalición internacional no pudieron detener a los extremistas en Siria. Tampoco otros grupos rebeldes, kurdos o las tropas del régimen pudieron contener a EI.
Pero no sólo el poder militar hace a este grupo tan peligroso, ya que en muchos países hay yidahistas que ejercen la violencia. Sin embargo, el Estado Islámico no se contenta con llevar a cabo ataques y desestabilizar un Estado. La visión de la milicia es mayor: quiere destruir el viejo orden político y construir un Estado propio al que denomina «califato islámico».
Las viejas fronteras que trazaron alguna vez los británicos y los franceses ya no se aplican a ellos. Quieren extender su poderío también a los vecinos Siria e Irak.
El Estado Islámico no es sólo una milicia terrorista, escribió recientemente en el diario «Süddeutsche Zeitung» el director del Instituto para Asuntos Internacionales y de Seguridad (SWP) en Berlín, Volker Perthes. «Sería más correcto hablar de un proyecto de construcción del estado yihadista», concluyó.
Para muchos, este objetivo puede ser una ilusión. Sin embargo, de hecho, los extremistas ya lograron erigir estructuras cuasi estatales en gran parte de Siria e Irak. Cobran impuestos e imponen con violencia sus reglas morales.
«Los tribunales de la sharia» condenan a las personas que violan la interpretación radical de la ley islámica. El Estado Islámico exporta petróleo y acumula millones. Incluso los yidahistas ya habrían expedido su propio pasaporte.
El Estado Islámico y su líder Abu Bakr al-Baghdadi -llamado «Califa Ibrahim»- lograron gran parte de lo Osama bin laden, el ex líder del grupo terrorista Al Qaeda, sólo podía soñar.
SUPREMACÍA
Hace rato ya que el Estado Islámico le quitó la supremacía a Al Qaeda. Como califa», Al-Baghdadi reclama para sí el liderazgo de todos los musulmanes en el mundo.
Sobre todo, el EI se ha convertido en un grupo atractivo para jóvenes musulmanes. Una y otra vez se informa de combatientes que se unen a los yihadistas. Entretanto, decenas de miles luchan en las filas o codo a codo de la milicia terrorista. Muchos sunitas se unieron a los extremistas porque se sienten discriminados por el gobierno chiíta en Irak y el régimen alauita en Siria.
La política de los líderes en Bagdad y Damasco impulsó una gran milicia, que tras la caída del Saddam Hussein luchó inicialmente como rama de Al Qaeda en Irak contra el ejército de Estados Unidos. Entremedio cambió varias veces de nombre.
Cuando intervino en la guerra civil de Siria y se fue expandiendo en el país vecino comenzó a ganar reconocimiento como «Estado Islámico en Irak y Siria» (Isis). Pero Al Baghdadi quería tener bajo su control a todos los yihadistas en Siria y eso produjo la ruptura con Al Qaeda.
Sin la unión con la red terrorista comenzó a allanarse el camino para el jefe yidahista, que no demoró en autoproclamarse califa y darle el nuevo nombre de «Estado Islámico» a su milicia.
Quien quiera proceder contra el Estado Islámico necesitará tiempo. El poder militar por sí solo posiblemente no será suficiente, pues quien quiera derrotarlo también tendrá que destruir su idea y su visión.
Sin embargo, los kurdos en el norte de Irak demostraron que los extremistas no son invencibles. Hace unos días los peshmerga iraquíes liberaron varios lugares que habían caído en manos de la milicia terrorista.
ALIANZA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO
TURQUÍA
El Parlamento turco aprobó una moción que permite al gobierno lanzar incursiones militares en Siria e Irak y permitir que fuerzas extranjeras usen su territorio para eventuales operaciones contra el grupo Estado Islámico. Los legisladores votaron con 298 votos a favor y 98 en contra de la moción que crea el marco legal para cualquier intervención militar turca en Siria o Irak y el posible uso de bases turcas por parte de tropas extranjeras. Mientras, las milicias reforzaron su ofensiva contra un agobiado pueblo curdo de la frontera entre Siria y Turquía.
IRÁN
Teherán proporcionará equipo militar al ejército libanés para combatir a grupos extremistas islámicos, indicó un alto cargo iraní de visita en Líbano. Se trata de la primera ocasión en la que Irán dice prestar asistencia militar a Líbano. Teherán ha ofrecido ayuda en el pasado, pero sus propuestas no se materializaron debido a las grandes diferencias que despierta Irán entre grupos políticos libaneses. Irán es el principal respaldo del grupo armado libanés Jezbolá, que es una fuerza más poderosa que el ejército libanés. El grupo tiene cohetes y misiles.
IRAK
El mes pasado, el Primer Ministro de Irak descartó el despliegue de tropas estadounidenses sobre el terreno en su país, reprendió a la comunidad internacional por la falta de acción en Siria y lamentó la «desconcertante» exclusión de la vecina Irán de la coalición que se está forjando para combatir al grupo Estado Islámico. Haider al-Abadi elogió la campaña aérea de Estados Unidos contra los milicianos que han invadido gran parte del norte y oeste de Irak y han conseguido implantar una suerte de estado primitivo que abarca la frontera entre Siria e Irak.
SIRIA
El gobierno de Siria, liderado Al Assad está satisfecho con la campaña de ataques aéreos contra el grupo Estado Islámico encabezada por Estados Unidos, que ha puesto a combatir hombro con hombro a oponentes árabes y occidentales contra el mismo enemigo, expresó el ministro de Asuntos Exteriores del país. Walid al-Moallem dijo en entrevista que Siria fue informada por Estados Unidos que se iniciaría la campaña de ataques aéreos 24 horas antes de que comenzara. Precisó que Estados Unidos no le ha informado de cada incursión que lleva a cabo, «pero eso está bien».
EE. UU.
El Pentágono bombardea Irak y Siria, y opera sobre objetivos menos precisos con normas de las que impuso el presidente, Barack Obama, a la campaña de drones de la CIA en Pakistán y Yemen, según cargos estadounidenses. El ejército estadounidense dice que sus ataques han sido discriminadores y efectivos al atacar a una célula de Al-Qaeda llamada grupo Jorasan, y deteniendo el auge de los milicianos del grupo Estado Islámico. Pero analistas independientes dicen que el Estado Islámico sigue a la ofensiva en zonas de Irak y Siria, donde controla amplias zonas.
FRANCIA
El presidente de Francia, François Hollande, refuerza la intervención militar francesa contra la milicia terrorista en el norte de Irak, informó el palacio del Elíseo en París sin ofrecer más detalles. La misión, se señala, será amplia y contundente para «conseguir los objetivos marcados». Desde mediados de septiembre, aviones de combates franceses participan en los ataques aéreos liderados por Estados Unidos. Se trata de debilitar a terroristas armados y permitir al Ejército iraquí restablecer la estabilidad y la seguridad, según señaló el Elíseo.
DINAMARCA
El Parlamento de Dinamarca aprobó por gran mayoría el envío de siete aviones de combate F-16 para que se integren en la coalición que bombardea las posiciones de la milicia Estado Islámico en Irak. «Fue una decisión difícil pero correcta», dijo el primer ministro, Helle Thorning-Schmidt. Los aviones sólo operarán en Irak. El ministro de Defensa, Nicolai Wammen, indicó que fueron enviados esta semana y que su base estará en Kuwait. Tres de ellos serán aparatos de apoyo. Dinamarca aportará además a unos 120 soldados para entrenar a las fuerzas iraquíes y kurdas.
AUSTRALIA
Los aviones cisterna y de reconocimiento australianos que se encuentran en la región participan en la lucha contra la milicia Estado Islámico en Irak, anunció en el Parlamento el primer ministro de Australia, Tony Abbott. Sin embargo, por ahora el país sólo ofrecerá apoyo a la operación contra lo que Abbott calificó como un grupo «con un culto apocalíptico de la muerte». «No hemos tomado aún una decisión final para comprometer a nuestras fuerzas a combatir, pero la aviación australiana comenzará a volar a partir sobre Irak», agregó el jefe de gobierno.
VATICANO
Debido a la amenaza que constituye el grupo terrorista, el papa Francisco convocó a todos sus embajadores de la región para una cumbre de crisis. El motivo de esta reunión es la actitud de la milicia terrorista ante los cristianos y otras minorías que no son musulmanes sunitas, había señalado el martes Radio Vaticano. En las consultas participarán los embajadores de Egipto, Israel/Palestina, Jordania/Irak, Irán, Líbano, Siria y Turquía. Asimismo se sumarán el representante de la Santa Sede ante Naciones Unidas, así como el representante de la Curia Romana.
Yidahistas inspiran a extremistas
DPA
El avance de la milicia terrorista Estado Islámico (EI) en Siria e Irak genera cada vez más preocupación en los países islámicos y en algunas regiones del sureste de Asia.
En Indonesia, el país con la mayor población musulmana del mundo, en Malasia y en el sur de Filipinas, el EI un grupo atractivo que suma a diario nuevos seguidores.
«En el sureste asiático, los extremistas juraron su lealtad a EI», señala Rommel Banlaoi, director del Instituto Filipino para la Investigación de la Paz, la Violencia y el Terrorismo.
Entre los seguidores se encuentra Abu Bakr Bashir, el líder espiritual del grupo terrorista Jemaah Islamiyah (JI), encarcelado en Indonesia.
Por su parte, la organización terrorista Abu Sayyaf, que opera en Malasia y Filipinas, envió a los yidahistas un mensaje de apoyo a través de Youtube.
«Simpatizamos con el noble objetivo de EI», dijo Ghazali Jaafar, del mayor grupo rebelde musulmán en Filipinas, el MILF. «Pero rechazamos los métodos de lucha», agregó sobre el asesinato de periodistas y voluntarios.
Los gobiernos de Yakarta, Kuala Lumpur y Manila estiman que varios cientos de ciudadanos ya luchan en las filas del grupo terrorista. Temen ataques, sobre todo si los combatientes regresan algún día al país.
«El islamismo radical tiene profundas raíces en el sureste asiático», indicó Atle Mesøy, del Instituto de Análisis de Riesgo de Dinamarca «RiskIntelligence». «Hay una gran cantidad de pequeños grupos que están esperando ansiosamente un entrenamiento», aseguró el experto danés.
Los extremistas de Abu Sayyaf secuestraron extranjeros y exigieron rescates por su liberación. Jemaah Islamiyah está activo en Indonesia. El peor ataque ocurrió en 2002 cuando atentaron contra discotecas en Bali, causando la muerte de 202 personas, entre ellas más de 80 australianos.
En Indonesia ya se reportaron amenazas terroristas contra uno de los símbolos budistas más importantes del mundo: el templo de Borobudur. En tanto, en Malasia, la policía arrestó a 19 simpatizantes del EI cuyo objetivo era hacer estallar una fábrica de cerveza en Kuala Lumpur.
«El ex líder de Al Qaeda Osama bin Laden tenía sólo una visión, pero el fundador del EI, Abu Bakr al-Baghdadi, la lleva a cabo», opina Banlaoi sobre el éxito de la milicia terrorista.
El indonesio Ali Fauzi sabe de lo que se está hablando. Anteriormente fue miembro de JI. Hoy es profesor universitario cuyo tema central es el terrorismo.
«La gente cree que IS será capaz de erigir un califato porque tienen combatientes, armas y tierra», señala Fauzi.
Para los musulmanes que fueron adoctrinados con la ideología militante durante años, el fundador de EI es una figura carismática, afirma el experto malayo en seguridad Andrin Raj.
Todos los gobiernos han condenado al EI. El presidente saliente de Indonesia, Susilo Bambang Yudhoyono, los calificó de herejes, mientras que las mayores organizaciones islámicas llaman a Estado Islámico «haram» (prohibido).
«Es terrible que los malasios se dejen influenciar por estas enseñanzas desviadas», señala el erudito islámico Mahmud Labati. «Los combatientes del EI no son más que bandidos», sentencia.
Los ataques conjuntos contra el grupo terrorista podría tal vez diezmar a la milicia islamista en el sureste de Asia, pero no necesariamente su atractivo en la región, dijo Jufitri bin Joha, del Movimiento de la Juventud Musulmana de Malasia (Abim).
Los musulmanes ven en todas partes «las políticas injustas de los países occidentales» contra los países islámicos. «Los países islámicos deben intervenir más agresivamente para terminar la guerra en Siria e Irak y deben evitar que los países occidentales interfieran en los asuntos islámicos», recalca Bin Joha.