Por CLARENCE ROY-MACAULAY,
FREETOWN,
Agencia AP
Las áreas que cubre la recién declarada cuarentena se traducen en que alrededor de un tercio de los 6 millones de habitantes del país viven ahora en zonas en las que sus movimientos están fuertemente restringidos. En algunas zonas de Sierra Leona y en la vecina Liberia, donde este tipo de acordonamiento se ha puesto en práctica durante este brote, los precios de los alimentos se han disparado, algunos mercados han cerrado y la entrega de bienes se ha ralentizado.
«Hay una necesidad desesperada de intensificar nuestra respuesta a esta terrible enfermedad», dijo el gobierno de Sierra Leona. «El pronóstico es que sin intervenciones adicionales o cambios en el comportamiento de la comunidad, las cifras aumentarán de manera exponencial y la situación se deteriorará rápidamente».
En otras partes de Sierra Leona, incluida la capital, Freetown, las viviendas se pondrán en cuarentena cuando se identifiquen los casos, de acuerdo con un comunicado del gobierno. Las fuerzas de seguridad rodearon el miércoles una casa en un barrio pobre de Freetown y pusieron en cuarentena a los residentes en el interior, después de que un popular herbolario que vivía allí murió de ébola. Hay fuerzas estacionadas afuera para asegurarse de que nadie entra o sale hasta que esté claro que nadie más en la casa ha sido infectado.
Las autoridades ya habían aislado dos distritos cerca del epicentro del brote —Kenema y Kailahun_. En total, más de 2 millones de personas tienen sus movimientos restringidos en este momento en Sierra Leona.
La Organización Mundial de la Salud dijo el jueves que un fuerte aumento de los casos en la capital está impulsando la propagación de la epidemia en Sierra Leona y también señaló que los tres distritos que se acaban de acordonar están experimentando un aumento de las infecciones.
Sierra Leona es uno de los países más afectados por el brote de ébola que está barriendo África occidental y que se cree que ha provocado la muerte de más de 2.900 personas, según cifras de la Organización Mundial de la Salud publicadas el jueves.
La escala sin precedentes del brote, así como su escala geográfica, han llevado a los gobiernos a imponer medidas severas, como acordonar pueblos o regiones enteras, pero la enfermedad continúa desbordando los esfuerzos para contenerla.
En un discurso a la nación, el presidente, Ernest Bai Koroma, ordenó el miércoles por la noche aislar los distritos de Puerto Loko, Bombali y Moyamba, lo que implica que sólo personas que ofrezcan servicios esenciales pueden entrar y circular por esas áreas.
El brote también ha afectado a Liberia y Guinea y se cree que más de 6.200 personas han enfermado. Senegal y Nigeria también han tenido casos de ébola, pero parece que la enfermedad ha sido contenida en esos países.
En un esfuerzo por frenar la propagación de la enfermedad, Sierra Leona impuso un bloqueo de tres días a nivel nacional la semana pasada, durante el cual se detectaron 160 casos de ébola y los equipos describieron a los hogares como evitar el ébola, que se propaga a través del contacto con fluidos corporales de una persona infectada. Ese ejercicio reveló que el brote es peor de lo pensado, dijo el jueves el gobierno.
Liberia, el país más afectado por la enfermedad, acordonó un extenso barrio pobre en la capital Monrovia en un momento dado para frenar la transmisión.
El jueves, frustrados residentes de Monrovia se reunieron afuera del nuevo centro de tratamiento de la ciudad, donde a veces los pacientes tuvieron que esperar durante horas para ser admitidos.
«Es un poco patético venir y luego ver a los pacientes en el suelo mientras nadie siquiera los atiende», dijo el residente Abraham Sesay.