Washington,
Agencia AP
Holder, que llevaba en el cargo desde febrero de 2009, permanecerá en su puesto hasta que el presidente Barack Obama encuentre un reemplazo. Fuentes de la Casa Blanca señalaron que Obama todavía no ha decidido quién será su sustituto.
Durante su mandato al frente del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Holder estableció «un legado histórico a la hora de velar por los derechos civiles y restablecer la justicia en el sistema judicial penal», señalaron fuentes de la Casa Blanca, que pidieron el anonimato.
Holder «revitalizó la división de derechos civiles del Departamento, protegió los derechos de la comunidad homosexual y transexual, procesó con éxito a terroristas y luchó sin descanso por los derechos de voto, por nombrar solo unos pocos logros», añadieron las mismas fuentes.
Obama y Holder comparecerán juntos esta tarde para anunciar oficialmente la dimisión del fiscal general.
Holder fue el primer afroamericano en ocupar ese puesto. Antes fue fiscal general adjunto de 1997 a 2001 durante la administración Clinton y fue asesor legal de Obama durante su campaña presidencial.
Hasta que presentó hoy su dimisión, Holder era uno de los tres miembros del primer gabinete de Obama que todavía estaban en sus puestos. Los dos que quedan son Tom Vilsack, secretario de Agricultura, y Arne Ducan, secretario de Educación.
Nacido en Nueva York y graduado en derecho por la Universidad de Columbia, Holder, de 63 años, está casado y tiene tres hijos.
Holder llegó hace seis años a su puesto con la promesa de «revitalizar» el Departamento de Justicia, cuya imagen había quedado muy dañada por la torturas llevadas a cabo en las cárceles de Abu Ghraib (Irak) y Guantánamo (Cuba). Durante su audiencia de confirmación en el Senado, Holder dejó claro que «la asfixia simulada es tortura».
Fue blanco de críticas de los republicanos cuando propuso que el presunto cerebro de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, Khalid Sheik Mohammed, fuera juzgado por un tribunal ordinario en Nueva York y no por un tribunal militar en Guantánamo. Finalmente tuvo que dar marcha atrás, tras la polémica suscitada.
A lo largo de sus seis años al frente del Departamento de Justicia, Holder ha tratado de mejorar las relaciones entre la policía con las minorías, que se sienten que tienen más probabilidades que los blancos de ser condenados a penas de cárcel.
Holder fue el rostro de la administración Obama en algunos de los casos más polémicos como la operación «Rápido y Furioso», que permitió en 2009 la entrada ilegal de más de 2.000 armas a México procedentes de Estados Unidos y que fueron a parar a manos criminales.
Esta operación encubierta levantó las iras del gobierno mexicano, que denunció como el flujo ilegal de armas alimenta la narcoviolencia en México.
Otro caso polémico fue el de George Zimmerman, que en julio de 2013 fue absuelto en Florida de todos los cargos por la muerte del joven negro Trayvon Martin, de 17 años, sentencia que desató numerosas protestas.
Recientemente, Holder fue el rostro visible de la administración Obama en la polémica por el caso del joven afroamericano Michael Brown, que murió el pasado 9 de agosto a manos de un policía blanco cuando iba desarmado. Su muerte provocó violentos disturbios raciales en la localidad de Ferguson (Misouri) y puso de manifiesto las tensiones entre la policía y la comunidad negra.