Por EDITH M. LEDERER,
NACIONES UNIDAS
Agencia AP

En su discurso inaugural de la reunión de ministros de la Asamblea General de la ONU, Ban habló de la acumulación de crisis, la difusión de enfermedades, el regreso de los fantasmas de la Guerra Fría y la violencia en varios países de la primavera árabe.

«Pero el liderazgo consiste precisamente en hallar las semillas de la esperanza y nutrirlas para que se conviertan en algo más grande», dijo Ban a los presidentes, primeros ministros, monarcas y ministros de los 193 países miembros.

_Inter27_1b«Es nuestro deber», dijo Ban. «A eso los exhorto hoy».

Ban mencionó una serie de crisis, desde las decapitaciones y las bombas en Siria hasta la situación volátil en Ucrania y la «ofensiva asesina» de Boko Haram en Nigeria.

El tema que aparece como principal es la amenaza de terroristas islámicos empeñados en borrar fronteras, a los cuales han empezado a responder los primeros ataques aéreos estadounidenses y árabes.

Muchos diplomáticos esperan que la crisis no haga olvidar al suerte de millones de civiles atrapados en conflictos en Siria, Irak, República Centroafricana, Sudán del Sur, Ucrania y Gaza; la angustia del mayor número de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial; y el apoyo global a los nuevos objetivos de la ONU contra la pobreza y el cambio climático.

Ante la enorme gama de retos, el canciller noruego Borge Brende dijo a AP: «Esto no tiene precedentes, eso es seguro».

Se refería a la situación que enfrentan la ONU y los donantes internacionales: cuatro crisis humanitarias simultáneas en Irak, República Centroafricana, Sudán del Sur y Siria, que está en el cuarto año de una guerra civil en la que han muerto más de 190.000 personas según la ONU.

El secretario general Ban Ki-moon, quien presentará su informe sobre la situación mundial en las próximas horas, para inaugurar la sesión de ministros de la Asamblea General, dio un sombrío anticipo a los periodistas la semana pasada: el mundo enfrenta «múltiples crisis», todas las cuales incluyen ataques a civiles y peligrosas características sectarias, étnicas o tribales.

Además de los grandes conflictos, el mundo no debe olvidar la violencia en Mali, la situación volátil en Ucrania y sus vecinos, el caos en Libia, la polarización entre israelíes y palestinos tras la guerra reciente y los avances de Boko Haram en Nigeria, que «se vuelven más alarmantes día a día».

Ban dijo que exhortará a los gobernantes a unirse en apoyo a la dignidad humana y el estado de derecho.

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