Por BASSEM MROUE,
BEIRUT
Agencia dpa
Desde hace más de un año el Estado Islámico y las milicias curdas se enfrentan en varias zonas del norte de Siria donde viven grandes poblaciones curdas. Los choques son un aspecto más de la guerra civil siria, un conflicto con muchas facetas que hasta el momento ha causado más de 190 mil muertes según la ONU.
Milicianos del Estado Islámico tomaron las aldeas curdas en la región de Kobani, también llamada Ayn Arab, ayer, dijo el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido. Hubo bajas de ambas partes, pero los civiles huían de las aldeas por miedo a que los milicianos «cometan masacres contra los civiles», añadió.
Nawaf Jalil, vocero del poderoso partido de los curdos sirios Unión Democrática, dijo que los combatientes curdos perdieron una veintena de aldeas en la región de Kobani y se llevaron a los civiles en su retirada.
«Las batallas en Kobani son las más violentas», dijo Jalil, y añadió que el Estado Islámico empleaba tanques en su ofensiva. Jalil exhortó a los curdos en todo el mundo a que vengan a Siria a defender Kobani.
Como sucede en muchos frentes de la guerra civil, la ofensiva en la lucha entre los extremistas y los curdos ha pasado varias veces de un bando a otro. A principios de esta semana, combatientes curdos tomaron 14 aldeas en poder del Estado Islámico en otras partes de Siria.
Esta retirada ha significado un revés para la veterana fuerza curda conocida como Unidades de Protección del Pueblo, o YPK. Esta milicia ha registrado los mayores éxitos en la lucha contra el Estado Islámico, que ha derrotado a fuerzas regulares iraquíes y sirias. El mes pasado, las YPK cruzaron la frontera con Irak para permitir la evacuación de la antigua minoría yazidi, atacada por el Estado Islámico.