KIEV
Agencia DPA
Las inspecciones aduaneras comenzaron una semana después de que el convoy ruso llegara a la frontera con la carga destinada al este de Ucrania. En cambio, las autoridades locales sí permitieron el ingreso por el oeste de ayuda procedente de Polonia con ropa, calefactores y material escolar para los niños en campamentos de refugiados tras huir del este de Ucrania o de la península de Crimea, anexionada por Rusia.
Por otro lado, el ministro de Economía ucraniano, Pavel Sheremeta, presentó su renuncia, en un momento en el que país pidió ayuda económica a las potencias occidentales para superar la crisis.
Según señaló, la decisión se debió al nombramiento de un asesor comercial al que el propio Sheremata condena por simpatizar presuntamente con la última cúpula prorrusa de Ucrania.
Sobre el terreno, continuaron los combates en las regiones del este del país.
El Ministerio del Interior informó este jueves que en la ciudad de Ilovaisk, de gran relevancia para el transporte ferroviario, murieron 32 integrantes de unidades voluntarias de combate, mientras que desde Donetsk también se repotó la muerte de civiles.
Un portavoz rebelde dijo a la agencia Interfax que los rebeldes han reconquistado Ilovaisk y que rodean a las tropas del gobierno a las afueras de la localidad. Fuentes separatistas aseguraron haber derribado tres aviones de combate del Ejército ucraniano.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, se reunirá este sábado en Kiev con la canciller alemana, Angela Merkel. Además, el martes próximo está previsto que coincida con su homólogo ruso, Vladimir Putin, y otros altos funcionarios de la Unión Europea (UE) en una cumbre de la unión aduanera Rusia-Bielorrusia que podría servir para reducir la tensión.