Por SINAN SALAHEDDIN
BAGDAD
Agencia AP

También hoy, diversos ataques en Bagdad y sus alrededores dejaron 11 muertos. La ciudad no se ha salvado de la violencia que ha estado concentrada en el norte.

El sitio en el poblado norte de Amrili, habitado por chiíes turcomanos, es parte de un extenso ataque de los milicianos del Estado Islámico, una escisión de Al-Qaeda, y sus aliados suníes que han tomado enormes franjas del oeste y norte de Irak en meses recientes.

En ese tiempo, el grupo ha declarado un califato en territorios que controla en Irak y Siria, imponiendo su estricta interpretación de la ley islámica.

Sin embargo, los milicianos sufrieron un fuerte revés esta semana, cuando soldados iraquíes y curdos respaldados con bombardeos estadounidenses arrebataran a los extremistas una presa estratégica cerca de Mosul, la segunda ciudad de Irak que fue capturada por el Estado Islámico en junio.

El legislador Fawzi Akram al-Tarzi expresó que cerca de 15 mil turcomanos chiíes en la localidad de Amirli, a 170 kilómetros (105 millas) de Bagdad, han sufrido durante los últimos dos meses el asedio de milicianos afiliados al Estado islámico.

El sitio ha dejado a los habitantes en situación de riesgo, aunque el ejército lanzó recientemente desde el aire algunas armas, alimentos y medicamentos. El poblado no tiene agua ni electricidad pero aun así los habitantes están oponiendo una resistencia feroz, indicó el legislador.

El Estado Islámico se ha apoderado de grandes extensiones de territorio en el oeste y el norte de Irak.

«Amirli está sitiado por todos lados y los llamados de ayuda caen en oídos sordos», agregó al-Tarzi, quien pidió a Estados Unidos considerar ataques a objetivos de los extremistas alrededor del pueblo.

El residente Jafar Kadim al-Bayati dijo por teléfono a The Associated Press que los niños en Amirli se están enfermando y que la ciudad necesita más ayuda.

«Estamos muriendo de hambre, no tenemos alimentos y la única clínica ya no funciona porque carece de medicamentos», dijo Al-Bayati, de 41 años y padre de tres. Agregó que una mujer murió dando a luz esta semana porque al llevarla a la clínica no había nadie para ayudarla.

Al igual que otras minorías religiosas en Irak como los cristianos y los yazidíes, los turcomanos son perseguidos por el Estado Islámico, que los considera apóstatas.

Mientras, el primer ministro italiano Matteo Renzi se reunió con el primer ministro saliente de Irak Nuri al-Maliki y el designado como sucesor Haider al-Abadi, durante una visita de un día a Bagdad.

En Roma, la ministra de Defensa de Italia Roberta Pinotti indicó al parlamento que el gobierno tiene la intención de suministrar a los curdos armas ligeras y portátiles que podrían utilizarse para la «protección personal».

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