Por PETER LEONARD,
DONETSK,
Agencia AP

Mientras continuaban los combates, el Kremlin anunció que el presidente ruso Vladimir Putin se reunirá con su colega ucraniano Petro Poroshenko el 26 de agosto en Minsk, Bielorrusia. Sería el primer encuentro de los dos mandatarios desde junio, a pesar de la mortandad creciente en el este de Ucrania.

Un soldado murió y cuatro resultaron heridos hoy cuando un batallón de voluntarios fue atacado con morteros antes de entrar en la población de Ilovaysk, 18 kilómetros (11 millas) al este de Donetsk, dijo el ministro del Interior Arsen Avakov en un mensaje de Facebook.

Entre los heridos estaba el comandante del batallón Donbass, Semyon Semenchenko, quien expresó que los soldados del gobierno destruyeron tres puestos de control rebeldes y cuatro posiciones de disparo en medio de los combates en marcha.

Los esfuerzos del gobierno para sofocar el frente separatista prorruso se han centrado últimamente en cercar poco a poco Donetsk, la mayor ciudad controlada por los rebeldes.

Los batallones de voluntarios han demostrado ser esenciales en la ofensiva del gobierno contra los separatistas armados en el este, de habla predominantemente rusa.

Los combates en el este de Ucrania han obligado a casi 334 mil personas a abandonar sus hogares, según la ONU, y la cifra aumenta a medida que se deteriora la situación humanitaria en las ciudades en poder de los rebeldes.

La situación parece ser particularmente grave en la ciudad de Lugansk, cerca de la frontera con Rusia, que carece de electricidad, agua corriente y teléfono desde hace 17 días. Informes independientes desde la ciudad asediada dicen que la zona es muy peligrosa para los periodistas.

La municipalidad informó en un comunicado en su página de Internet que el centro de Lugansk recibió un intenso cañoneo durante la noche, y que varios civiles resultaron muertos o heridos. Los vecinos de la ciudad hacen cola para comprar pan a medida que se agotan los alimentos, dijo la alcaldía. Las autoridades advirtieron sobre la posibilidad de un brote infeccioso, dado que los desperdicios domiciliarios se acumulan desde hace más de dos semanas y el calor es intenso.

Ucrania y los países occidentales han expresado preocupación por los movimientos de fuerzas rusas cerca de la frontera con Ucrania. Moscú dice que puede hacer lo que quiera dentro de sus fronteras, pero invitó a una misión de la Organización de Seguridad y Cooperación Europea a inspeccionar dos cruces fronterizos para desmentir que el Kremlin proporciona armas a los rebeldes.

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