San Salvador,
Agencia dpa

A través de un comunicado, la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD) y la oficina de Tutela Legal «María Julia Hernández» constataron el pedido de medidas cautelares de protección para Rodríguez por su calidad de defensor de derechos humanos, debido a su trabajo en prevención de violencia en comunidades conflictivas aledañas a la capital salvadoreña.

En su solicitud, ambas organizaciones indican que Rodríguez es sujeto de «persecución política y acoso» por parte de la Fiscalía General, la cual ordenó la captura del religioso el pasado 29 de julio, por lo delitos de introducción de objetos ilícitos a centros penales, agrupaciones ilícitas y extorsiones.

También señalan que el párroco, conocido coloquialmente como Padre Toño, padece de hipertensión y debe continuar con su tratamiento fuera de las bartolinas policiales en las que se encuentra recluido desde el sábado.

Rodríguez fue trasladado a las bartolinas de la División Antinarcóticos de la policía salvadoreña, luego que un examen físico realizado por Medicina Legal determinara que podía continuar su tratamiento por hipertensión, sin la necesidad de estar internado en un hospital.

Las organizaciones también llevaron la petición ante Amnistía Internacional, para que con «acción urgente» exija al estado salvadoreño proteger la vida, seguridad; integridad, libertad y debido proceso judicial del Padre Toño.

El fiscal general Luis Martínez insistió recientemente que la acción penal contra Rodríguez no es una persecución política como alegan FESPAD y sus abogados, sino que está basada en una investigación legítima y reiteró que existen grabaciones telefónicas que prueban los vínculos entre el sacerdote y la pandilla Barrio 18 con actividades criminales.

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