Londres,
Agencia dpa

«Puedo confirmar que pronto dejaré la embajada», dijo Assange, de 43 años, en una comparecencia junto con el ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño.

El australiano no dijo sin embargo cuándo abandonará el edificio ni cuáles son sus planes. La situación con las autoridades británicas no parece haber variado aunque últimamente ha habido informaciones sobre una supuesta enfermedad de Assange.

La portavoz de WikiLeaks Kristinn Hrafnsson negó que Assange vaya a entregarse a las autoridades pero rechazó dar más detalles. Sólo dijo que dejará la embajada cuando el gobierno británico «deje de tener sitiada» la legación.

La policía británica hace guardia constante frente al edificio y Assange sería arrestado si pone un pie fuera del lugar. El creador de la plataforma online se refugió allí cuando las autoridades británicas autorizaron su extradición a Suecia, donde dos mujeres lo acusan de abusos sexuales. Assange, que niega las acusaciones, teme que de ser entregado sería extraditado a Estados Unidos.

WikiLeaks publicó a finales de 2010 miles de documentos secretos de funcionarios estadounidenses y sobre la guerra de Irak, por lo que las autoridades de ese país llevan años investigándolo.

Poco antes del anuncio habían trascendido rumores acerca de que debía recibir tratamiento por problemas cardíacos y pulmonares. Assange, que se mostró con una larga barba, reconoció que sus condiciones de vida le suponen problemas que afectarían «a cualquier persona sana», sobre todo la falta de luz solar, pues el edificio no tiene patio.

Pero pese a ello añadió que su salida «quizás no tenga que ver» con las razones de salud sugeridas por algunos medios. El australiano está en la embajada desde el 19 de junio de 2012.

Patiño también destacó que la salud de Assange se ha visto «seriamente afectada» por su prolongado encierro. Y llamó a encontrar una solución política.

«Esta situación tiene que tener un final», señaló en la conferencia de prensa conjunta, en la que reiteró que Assange sigue teniendo la protección de Ecuador.

«Ecuador está obligado a proteger a Julian Assange en nuestra embajada hasta que pueda disfrutar plenamente de su derecho de asilo», indicó.

Quito le dio asilo para evitar que pueda ser enviado a Estados Unidos, donde podría ser acusado por la publicación de documentos secretos. Las autoridades estadounidenses están investigando sus vínculos con Chelsea Manning, el soldado norteamericano que fue condenado a 35 años de cárcel por filtrar los papeles clasificados.

Patiño subrayó que las leyes en Reino Unido han cambiado en estos dos años, de modo de que ya no sería posible una extradición sin acusación, como es el caso de Assange, pues Suecia pide su entrega para interrogarlo. «Si el caso fuese nuevo no habría extradición», confirmó a dpa la portavoz Hrafnsson.

Ecuador ofreció a las autoridades suecas interrogar a Assange en la embajada. «Los fiscales suecos ya lo han hecho en muchas otras ocasiones», dijo Patiño. Sin embargo, hasta ahora la justicia sueca se ha negado en el caso del australiano. Sus abogados intentaron también lograr la anulación del procedimiento en julio en Suecia, pero fracasaron.

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