Por ALMUDENA CALATRAVA,
BUENOS AIRES
Agencia AP

La dirigente humanitaria, de 83 años, dijo a periodistas que aún no ha visto personalmente a Guido y que no quiere «forzar ninguna situación». «Todavía estoy como soñando», señaló De Carlotto a los reporteros que la entrevistaron en la puerta de su casa en las afueras de La Plata, unos 60 kilómetros al sur de Buenos Aires.

Después de pasar casi la mitad de su vida buscándolo, De Carlotto fue informada la víspera por la justicia que su nieto había sido identificado. El joven es hijo de Laura Carlotto, que durante su cautiverio en 1978 dio a luz al niño que le fue arrebatado pocas horas después de nacer. La mujer fue asesinada a balazos por sus secuestradores dos meses después del parto.

De Carlotto señaló que su lucha no terminó con la aparición de Guido, que es como Laura quiso llamar a su hijo, y afirmó que seguirá yendo a la entidad que preside «para buscar a todos los (nietos) que faltan».

Abuelas de Plaza de Mayo busca desde 1977 a los niños nacidos en cautiverio o robados a sus padres detenidos ilegalmente durante el régimen de facto de 1976 a 1983. Con la aparición de Guido, la organización ha recuperado a 114 nietos.

La dirigente humanitaria dijo que su nieto «es un chico excepcional, un premio que me da la vida de tenerla a Laura de alguna manera en lo que está en él y después veré hasta cuándo seguimos conociéndonos».

Guido es hijo además de Oscar Montoya, un militante del grupo guerrillero Montoneros que también fue asesinado durante la dictadura. Su identificación fue posible debido a que él mismo se acercó hace dos meses a Abuelas para hacerse las pruebas en el Banco Nacional de Datos Genéticos, donde está registrado el ADN de miles de víctimas de la dictadura.

Es músico de profesión y aparentemente fue criado por un matrimonio de peones rurales, dijo De Carlotto. Ni los familiares de De Carlotto ni la entidad que preside han querido suministrar datos sobre la identidad con la que ha vivido en sus 36 años este nuevo nieto recuperado.

Pero la jueza de Buenos Aires María Servini de Cubría, que tramita causas sobre personas desaparecidas y niños apropiados, lo identificó como Ignacio Hurban en declaraciones a medios de prensa.

Los hijos de De Carlotto cuestionaron el miércoles la decisión de la jueza de hacer pública la identidad del nieto recuperado al considerar que «no es beneficioso para el proceso de encuentro» y se vulnera la «etapa de privacidad» que necesitan las familias en estos casos.

La presidenta de la entidad humanitaria señaló sobre las personas que lo criaron que «es gente de campo, que a lo mejor ignoró totalmente (la procedencia de ese niño), gente muy buena; si hay o no responsabilidad no es asunto mío, es de la justicia».

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