Trípoli,
Agencia dpa

Según informó hoy el gobierno en su página web, durante la noche comenzaron a operar siete aviones hidrantes para apoyar a los bomberos locales, gracias a la ayuda recibida del gobierno italiano y del consorcio petrolero italiano Eni.

Al mismo tiempo, el gobierno exigió a las milicias que cesen los combates para poder combatir el fuego.

El incendio comenzó durante la noche del lunes cuando en el marco de combates entre grupos rivales, un misil impactó contra un depósito del complejo de la empresa petrolera y gasista Brega.

El misil cayó sobre un tanque que contenía 6,6 millones de litros de gasolina en un complejo en el que se almacenan 90 millones de litros. Las autoridades libias temen que puedan explotar otros tanques debido a las altas temperaturas.

El gobierno de transición instó a quienes residen en un radio de cinco kilómetros a abandonar sus casas.

Mientras tanto, como ya hiciera Estados Unidos en la noche del viernes al sábado, Holanda anunció hoy el cierre de su embajada en Trípoli. Los cinco trabajadores diplomáticos volvieron hoy al país, informó el Ministerio de Exteriores en La Haya.

Holanda también pidió a los en torno a 70 ciudadanos holandeses que viven allí que abandonen el país en vista de los continuos combates entre milicias rivales, mientras la situación lo permita.

Alemania y otros países siguieron el ejemplo y retiraron a su personal diplomático, mientras Francia prepara la salida del país de menos de 100 franceses que se encuentran en Libia, que partirán en un barco desde la capital Trípoli.

Miles de libios huyen mientras tanto de la escalada de la violencia en Trípoli hacia Túnez. Según informó la agencia de noticias tunecina TAP, la ola de refugiados continúa, después de que el lunes llegaran 6.000 personas al paso fronterizo de Ras Jedir. Muchos diplomáticos extranjeros abandonaron también el país y se marcharon a Túnez.

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