Ciudad de Gaza/Tel Aviv,
Agencia dpa
A la vez, este miércoles continuaron los esfuerzos internacionales para lograr el cese del fuego en la región, mientras el Consejo de Derechos Humanos de la ONU anunció que investigará posibles violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por Israel en la Franja.
La Federación de Aviación Americana (FAA) prolongó hoy la prohibición de vuelo de sus aerolíneas a Tel Aviv por otras 24 horas o hasta nuevo aviso, informó hoy en un escrito enviado a sus pilotos, después de tomar la decisión el martes tras el impacto de un cohete en las cercanías del complejo. Ben Gurion es el principal aeropuerto internacional de Israel.
También las aerolíneas alemanas Lufthansa y Air Berlin, así como la española Iberia prolongaron hoy la suspensión al menos hasta el jueves. A lo largo del jueves la compañía española decidirá si se mantiene o no el vuelo de la noche de mañana, informaron a dpa fuentes de Iberia.
La FAA volvió a hacer referencia a la «situación potencialmente peligrosa» por la guerra de Gaza, pero algunos expertos, como Efraim Komissar, analizaron hoy que con la medida Estados Unidos quiere ejercer presión política sobre Israel para facilitar una negociación con Hamas.
Washington negó mientras tanto esa motivación y señaló que la medida pretende sólo proteger a los ciudadanos y aerolíneas estadounidenses.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, llegó hoy a Israel -aterrizando precisamente en el aeropuerto Ben Gurion, según confirmó un portavoz de la embajada de su país-, para continuar sus esfuerzos de alcanzar un alto el fuego.
«Ciertamente hemos avanzado algunos pasos», dijo durante una reunión con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Jerusalén, aunque advirtió que «aún hay trabajo por hacer». Después, Kerry se reunió con el presidente palestino, Mahmud Abbas, tras haber dialogado el martes con la cúpula de gobierno en Egipto.
«La medida correcta no es cancelar vuelos, sino frenar los cohetes» de Hamas, criticó el presidente israelí, Shimon Peres, durante un encuentro con Ban en Jerusalén. El portavoz militar Peter Lerner defendió la seguridad del aeropuerto y dijo que el sistema de defensa antiaéreo israelí «Cúpula de Hierro» es «hermético».
Los medios israelíes mostraban hoy su preocupación por las consecuencias económicas y también psicológicas de la medida. Y es que algo así no se daba desde 1991, cuando las aerolíneas extranjeras suspendieron de forma masiva el tráfico aéreo a Israel durante la guerra del Golfo, cuando Saddam Hussein lanzaba misiles Scud contra el país.
Israel abrió mientras tanto al tráfico civil el aeropuerto militar de Ovda, en el desierto del Néguev, en el sur del país, como alternativa al de Ben Gurion.
Mientras tanto, la ofensiva israelí continuó hoy en la Franja de Gaza, donde las víctimas suman 682 y los heridos 4.250 desde el inicio de la operación, según los datos de Ashraf al Qedra, portavoz del Ministerio de Salud en Gaza.
Fuentes militares israelíes confirmaron a su vez que han tenido 29 bajas entre sus tropas en los seis días de ataques terrestres. Además murieron dos civiles. Un trabajador extranjero de un país que se desconoce murió el miércoles en un ataque con cohetes en el sur de Israel.
Además, soldados israelíes bombardearon un hospital en un barrio del sureste de la Ciudad de Gaza en el que se habían atrincherado milicias de Hamas, informó el Ejército israelí. El portavoz Aryeh Shalicar aseguró que los israelíes se hicieron finalmente con el control del edificio.
El director del hospital gestionado por Hamas, Tayseer Biltaji, señaló sin embargo que el centro había sido evacuado días antes y «no hay pacientes, empleados ni mobiliario».
Mientras tanto, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó hoy en Ginebra el envío de una comisión para investigar posibles violaciones de los derechos humanos y crímenes de guerra cometidos por Israel en la Franja de Gaza.