El gobierno de Estados Unidos ha puesto en marcha una nueva serie de operativos migratorios enfocados en la detención y deportación de familias y menores no acompañados que ingresaron sin autorización al país.
De acuerdo con información de NBC News, las redadas serán llevadas a cabo por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) con órdenes judiciales, en un esfuerzo por agilizar la expulsión de personas con órdenes de deportación.
Las nuevas operaciones incluyen el arresto de adultos y menores, quienes serán trasladados a centros de detención antes de su expulsión, mientras que en paralelo, el ICE también está enfocándose en localizar a menores no acompañados que fueron liberados sin una fecha de comparecencia ante los tribunales de inmigración.
Para facilitar estos arrestos, los abogados del ICE han solicitado órdenes judiciales que permitan a los agentes ingresar a viviendas y detener a personas que se encuentren dentro del país sin autorización.
CAMBIO DE ENFOQUE
Durante la campaña presidencial de 2024, el presidente Donald Trump y su asesor en temas migratorios, Tom Homan, aseguraron que las deportaciones estarían dirigidas principalmente a inmigrantes con antecedentes penales.
Sin embargo, los nuevos planes incluyen la detención de familias y menores sin historial criminal, lo que representa un endurecimiento significativo de las políticas migratorias.
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De acuerdo con Axios, esta iniciativa forma parte de la denominada «Operación Safeguard», cuyo objetivo es identificar y deportar a migrantes no autorizados en áreas urbanas con alta concentración de extranjeros.
Según fuentes gubernamentales, el plan busca desalentar la migración irregular mediante redadas en ciudades estratégicas.
DERECHOS HUMANOS Y BIENESTAR INFANTIL
Organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch, han advertido que la detención prolongada de menores puede afectar su bienestar psicológico y desarrollo.
Además, han instado al gobierno de EE.UU. a considerar alternativas a la detención para familias migrantes, como el uso de programas de monitoreo supervisado.
En paralelo, el gobierno ha ordenado la expansión del Centro de Operaciones de Migrantes de Guantánamo (GMOC), con el fin de habilitar más espacio para la detención de migrantes con antecedentes penales.
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INFRAESTRUCTURA CARCELARIA
El gobierno estadounidense ha comenzado a colaborar con empresas privadas para reabrir centros de detención familiar que habían sido clausurados durante la administración del presidente Joe Biden.
La compañía CoreCivic, que opera prisiones privadas, anunció la reapertura del centro de detención en Dilley, Texas, con capacidad para albergar hasta 2 mil 400 personas. De manera similar, el centro de detención de Karnes, también en Texas, ha sido reactivado con el propósito de alojar a familias en espera de su deportación.
No obstante, organizaciones de derechos humanos han expresado su preocupación por las condiciones en estos centros y los posibles efectos negativos que la detención prolongada puede tener en los menores.
Con información de Agencia EFE, NBC News e Infobae***
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