Miguel Uribe
El atentado ocurrió el pasado 7 de junio. Foto La Hora: Redes Sociales

El atentado que dejó gravemente herido al senador y precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay, ocurrido el pasado 7 de junio en Fontibón, Bogotá, ha expuesto nuevamente una práctica histórica y profundamente preocupante: el reclutamiento de menores por parte de grupos armados.

«ESCUCHO LA DETONACIÓN Y VEO AL SENADOR QUE SE DESPLOMA»

Según declaraciones del jefe de seguridad de Uribe, citadas por Noticias RCN, el ataque se produjo minutos después de que el político comenzara su intervención pública. «El senador se sube a las canastas y empieza su alocución (…) en cierto momento escucho la detonación y veo al senador que se desploma atrás», narró el funcionario. Acto seguido, se lanzó sobre el cuerpo del político para protegerlo.

La Fiscalía General de la Nación, según informó Infobae, ha logrado avances importantes en la investigación. Hasta el momento, hay dos personas implicadas: un menor de 15 años, acusado de disparar, y un adulto que habría proporcionado el arma y coordinado el ataque.

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EL PRESUNTO AUTOR: UN ADOLESCENTE

Imágenes captadas tras el atentado mostraron al sospechoso, un joven con camiseta verde y pantalones de mezclilla, siendo inmovilizado por la policía. El arma utilizada, una pistola Glock 9 mm proveniente de Estados Unidos, ha levantado más preguntas sobre la sofisticación y planificación del ataque.

Como reportó BBC News, el presidente Gustavo Petro confirmó que el atacante es un menor de 15 años y que ya había sido identificado por el gobierno distrital como un joven en situación de riesgo, quien abandonó un programa educativo de paz. La orden de matar, según El Tiempo, fue dada por un hombre conocido como “el hombre de la olla”, presunto operador de un punto de narcomenudeo en la capital.

LOS MENORES COMO INSTRUMENTOS DEL CRIMEN EN COLOMBIA

El caso ha generado preocupación internacional. Según la Defensoría del Pueblo de Colombia, en 2024 ya se han registrado 409 casos de reclutamiento forzado de menores, superando los 342 de 2023. No obstante, se estima que las cifras reales son mucho más altas.

«La utilización de menores como sicarios no es nueva», recordó BBC Mundo. Durante los años 80 y 90, niños y adolescentes fueron usados como asesinos por el cartel de Medellín y otros grupos armados. Uno de los casos más emblemáticos fue el de John Jairo Arias Tascón, alias “Pinina”, vinculado a crímenes de alto perfil y quien comenzó su carrera delictiva a los 15 años.

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UNA PRÁCTICA QUE PERSISTE Y SE ADAPTA

Expertos consultados por BBC Mundo, como el criminólogo Jorge Mantilla, afirman que la desprotección social y los vacíos legales del sistema penal juvenil en Colombia han facilitado el uso de menores como “mano de obra barata y reemplazable”.

Según la Jurisdicción Especial para la Paz, entre 1996 y 2016, más de 18.000 niños fueron reclutados por la guerrilla de las FARC. La situación no ha cambiado significativamente, ya que otros grupos como el ELN, las disidencias de las FARC y el Clan del Golfo continúan recurriendo a esta práctica.

DEBILIDADES EN EL ESQUEMA DE SEGURIDAD

A las críticas sobre el uso de menores se suman cuestionamientos por el esquema de seguridad del senador Uribe. De acuerdo con su abogado, Víctor Mosquera, el número de escoltas fue reducido de siete a tres días antes del atentado, pese a que se habían realizado al menos 23 solicitudes de refuerzo desde octubre de 2023.

El presidente Gustavo Petro confirmó esta reducción, pero el director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez, aseguró que no hubo una modificación permanente y que los recursos fueron distribuidos entre Uribe y su familia por cambios de agenda.

Jaylenne Zeceña
Comunicadora enfocada en periodismo, producción audiovisual y marketing. Apasionada por la música, cine, maquillaje y skincare. Creadora de contenido en mis tiempos libres.
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