La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) actualizó recientemente su lista de los cinco narcotraficantes más buscados del mundo, quienes se encuentran fugitivos.
Entre los nuevos nombres figura el del uruguayo Sebastián Marset, quien se une a un grupo compuesto por líderes de los carteles más violentos y poderosos de América Latina. Según reportó Infobae, la DEA anunció que continúa una investigación “agresiva” sobre su organización y ofrece hasta dos millones de dólares por información que permita su captura.
LOS CINCO MÁS BUSCADOS POR LA DEA
A continuación, un repaso por los cinco narcotraficantes más buscados actualmente por la DEA:
1. Sebastián Enrique Marset Cabrera – Uruguay
Organización: Red narco regional con nexos en Paraguay, Bolivia, Brasil y el PCC

La reciente inclusión de Marset en la lista representa un giro significativo en el enfoque de la DEA hacia el crimen organizado en el Cono Sur. Marset, de 33 años, es acusado de liderar una red de narcotráfico y lavado de dinero con ramificaciones internacionales. Según Récord, se le vincula al intento de envío de 16 toneladas de cocaína a Europa en 2021.
En julio de 2023 logró fugarse de un operativo en Bolivia y su paradero es desconocido desde entonces. Estados Unidos sospecha que podría estar escondido en Venezuela, según declaraciones del funcionario F. Cartwright Weiland del Departamento de Estado, recogidas por Infobae.
Marset ha usado múltiples identidades falsas como: Luis Amorim Santon y Gabriel de Souza Bemer, y lidera una estructura criminal que, según Búsqueda, opera también en el sistema financiero estadounidense para blanquear capitales provenientes del narcotráfico.
2. Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho” – México
Organización: Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG)

Desde hace más de una década, “El Mencho” es considerado el enemigo público número uno para la DEA. Es el líder del CJNG, una de las organizaciones criminales más violentas de México y con fuerte presencia en EE. UU. y América Latina. Fue policía y militar antes de convertirse en capo del narcotráfico.
Se le acusa de múltiples delitos federales relacionados con el tráfico de drogas, así como de haber construido una especie de “narcoestado” paralelo, con su propio brazo armado, secuestros masivos y vínculos políticos. El gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que conduzca a su captura.
3. Yulan Adonay Archaga Carias “El Porro” – Honduras
Organización: Mara Salvatrucha (MS-13)

Archaga Carias es el líder de la célula hondureña de la Mara Salvatrucha, una organización señalada por operar como un grupo «narco-paramilitar». Según la DEA, está acusado de importar cocaína, conspirar para delinquir y de posesión ilegal de armas automáticas.
Escapó de prisión en 2020 tras un operativo comando y se cree que actualmente se oculta en zonas montañosas bajo fuerte protección armada, según Debate Uruguay. Su pandilla mantiene vínculos operativos con cárteles mexicanos y controla el tráfico en gran parte de Centroamérica.
4. Jesús Alfredo Guzmán Salazar “El Alfredillo” o «El gordo» – México
Organización: Cártel de Sinaloa

Hijo del célebre Joaquín “El Chapo” Guzmán, “El Alfredillo” ha heredado parte del legado criminal del cártel de Sinaloa. Está acusado por las autoridades estadounidenses de conspirar para distribuir y exportar drogas, particularmente fentanilo y metanfetaminas, según Infobae.
A pesar de que su hermano Ovidio Guzmán fue detenido, Jesús Alfredo sigue prófugo y juega un papel clave en el ala logística y financiera de la organización. Al día de hoy, se tiene muy poca información oficial sobre él, pero, su excolaborador Damaso López “Mini Lic” lo describió en una entrevista para Milenio como el más violento de “Los Chapitos”.
5. Alfonso Limón Sánchez – México
Organización: No especificada

Aunque menos mediático que los demás, Limón Sánchez es señalado como pieza clave en una operación internacional de distribución de drogas. Según la DEA, enfrenta cargos por conspiración para distribuir sustancias controladas bajo la ley estadounidense (21 USC 846).
Su bajo perfil, según Debate Uruguay, lo convierte en un objetivo particularmente peligroso, ya que su invisibilidad le ha permitido operar sin demasiada atención mediática o judicial.
UNA RED GLOBAL Y PERSISTENTE
La actualización de la lista de los más buscados por la DEA refleja no solo la diversificación geográfica de los grandes grupos del narcotráfico, sino también su creciente sofisticación. Desde la creación de estructuras paralelas al Estado en México hasta la utilización de empresas «falsas» en Uruguay.
Las autoridades internacionales continúan las tareas de inteligencia, coordinación y recompensas millonarias para desmantelar estas redes, aunque la captura de estos capos sigue siendo un desafío que incluso lleva años sin éxito para Estados Unidos.
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