El escepticismo se apoderó de la Corte Suprema de Estados Unidos tras la reclamación de inmunidad presidencial por parte de Donald Trump, aunque parece dispuesta a emitir un fallo que retrasaría aún más el juicio del republicano por presunta interferencia electoral.
La sentencia del caso puede acarrear repercusiones de gran alcance para el poder ejecutivo, pero también para los múltiples problemas legales de Trump.
«Estamos escribiendo una norma para la posteridad», dijo el juez Neil Gorsuch, uno de los tres magistrados nombrados por el expresidente republicano.
Con la aceptación del trámite del caso, la Corte Suprema retrasó el comienzo de un juicio en el que se acusa a Trump de conspirar para alterar los resultados de las elecciones del 2020, en los que Joe Biden salió victorioso.
POSIBLE RETRASO
Tras la presión del fiscal especial Smith para que el juicio iniciará en marzo, los abogados de Trump presentaron una serie de mociones para aplazarlo, incluida una en la que sostienen que un expresidente goza de “inmunidad absoluta”.
La mayoría de los jueces de la Corte Suprema, que se espera que emitan fallo a finales de junio, no parecen inclinados a respaldar la afirmación de Trump.
Cuatro de los nueve magistrados del tribunal parecieron estar en desacuerdo con el fallo de un tribunal inferior que estipuló que un expresidente no goza de «inmunidad absoluta» frente a un proceso penal después de dejar el cargo.
El envío del caso nuevamente al tribunal inferior para revisión significaría un retraso hasta después de las elecciones, en las que volvería a enfrentar a Joe Biden, para el juicio por conspiración electoral que afronta Trump.
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